Cartas de lectores: sociedad alienada

14 Mayo 2024

Muchos padres preocupados, escriben y se quejan con mucha razón por la violencia estudiantil que se puso de moda. Las medidas tomadas por el Gobierno son paliativas, pero no suficientes para solucionar un flagelo que afecta a todo el ámbito del estudiantado. Muchas son las causas que concurrieron y concurren para instalar este estado alterado de conductas. Una alienación que afecta particularmente a los adolescentes, pero que compromete también a gran parte de la sociedad, porque no supo advertir la importancia de un problema que empezó hace tiempo. Entre las múltiples causas que concurren para la proliferación de estas conductas, es evidente que una es el facilismo y la permisividad instalada en la enseñanza, por intereses demagógicos de varios gobiernos irresponsables. Equivocadas directivas indujeron una baja en el nivel de exigencias en la educación, con disminución de materias a estudiar y por implantar que se clasifiquen pruebas y exámenes con el sistema de múltiple choice. Todo apuntaba a obtener el aplauso por una mayor facilidad para obtener calificaciones y pasar de curso. Esto fue aplaudido porque dejaba más tiempo libre para que adolescentes desconcertados, espectadores de una política corrupta, se encuentren huérfanos de modelos ejemplares a imitar. Fue así que se hicieron adictos a las PlayStation con sus juegos, muchos de ellos violentos, que intoxicaron las mentes de niños y adolescentes produciendo confusión mental para distinguir entre realidad y fantasía. La llegada de los sistemas que permitieron crear redes de comunicación, particularmente WhatsApp, permitieron la formación de grupos, formados por una mayoría de chicos incultos, que encontraron en los grupos cierto sentido de pertenencia e identificación, y se comunicaban con un idioma totalmente deformado. Esta forma de escribir puede parecer gracioso pero les permite hacer negación de su ignorancia y su incultura. Las pruebas efectuadas por organismos autorizados para evaluar el conocimiento de alumnos han denunciado el déficit que acusan los estudiantes en la comprensión de textos, los errores gramaticales y las matemáticas. Esta alienación que involucra a gran parte de la sociedad va en aumento y es responsable de haber puesto en el gobierno un Presidente alienado, que se vale de un grupo bien pagado de tuiteros para trata de influir en las redes sobre la mente de la juventud, tratando de confundir con mentiras acerca de que obtuvo ciertos logros en el gobierno. Corregir esta alteración sicológica en la sociedad no será nada fácil, porque la violencia en cuestión no se soluciona únicamente con sanciones y detenciones por necesarias que fueran. El problema requiere planificar con gente capacitada, una total reeducación psicológica del estudiantado y una reestructuración de los planes de estudio, que aumenten las exigencias para que los estudiantes deban dedicar más tiempo a estudiar y dispongan de menos tiempo para entretenimientos. Estimo que así se evitará que su mente vague sin sentido y necesite aturdirse planificando estupideces en las redes sociales. Obviamente, esto requiere instruir debidamente a maestras y profesores, mediante reuniones periódicas con instructores mayores bien preparados y psicológicamente sanos. El problema es mayúsculo y a largo plazo. Lamentablemente muchos padres jóvenes no pueden darse cuenta de las causas, porque ellos también en alguna medida han sufrido la invasión de la cibernética, la adicción a los celulares y la confusión creada con la introducción de la inteligencia artificial. Un artificio que puede ser muy útil en manos responsables, pero puede ser muy nocivo si está al servicio de malas intenciones y sin controles adecuados. Puede hacer mucho daño con aplicaciones morbosas y sin sentido, como hacer bailar estatuas y esculturas, o cambiar el rostro de las personas. Lamentablemente, muchos padres que se preocupan por esta pandemia alienante se verán impotentes para controlar la influencia de ciertos programas de la TV que son adictivos. Utilizan un lenguaje obsceno que antes calificábamos de atrevido y desagradable. Otros programas se basan en formatos que corrompen, como el divulgado Gran Hermano. Han sido diseñados para pervertir y hacer tolerable la pornografía. Son un extraordinario negocio exportado a diferentes países. Saben que cuentan con la adhesión de una audiencia que los acepta con absoluta indiferencia.

Humberto Hugo D’Andrea

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