La complicada trama de la desaparición del peón rural

Procesaron a siete personas, entre ellas, a la pareja de Sebastián Medina. El joven desapareció el 20 de abril en esta ciudad. Sospechas.

RECOLECTANDO MUESTRAS. Personal del ECIF en una de las viviendas que allanaron. RECOLECTANDO MUESTRAS. Personal del ECIF en una de las viviendas que allanaron. MPF - LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
Por Rodolfo Casen y Gustavo Rodríguez 15 Mayo 2024

Siete procesados. Consumo problemático de alcohol y droga. Un supuesto pacto de silencio. La pareja que participó de la búsqueda y que ahora quedó tras las rejas. Indicios de una muerte violenta que no puede ser confirmada por el momento. Esos son los ingredientes que forman parte de la desaparición de un trabajador rural en Concepción. Un misterioso caso que sólo podría resolverse si alguien decide hablar o surge un testimonio clave.

Martín Emanuel Medina (23 años), a bordo de su motocicleta, salió de su domicilio el sábado 20 de abril para cobrar el sueldo que percibía como trabajador rural. Supuestamente, se encontró con un amigo y juntos fueron con rumbo desconocido. Nunca más se supo de él. A partir de allí, la Policía y sus familiares comenzaron a buscarlo. Al no haber resultados, comenzaron a exigir respuestas de las autoridades, realizaron varias protestas. Hasta el gobernador Osvaldo Jaldo tuvo que hablar con los parientes cuando irrumpieron el acto inaugural de la zafra del ingenio La Corona.

PROTESTA. Los familiares hicieron una manifestación durante un acto del gobernador Jaldo. PROTESTA. Los familiares hicieron una manifestación durante un acto del gobernador Jaldo.

Las autoridades comenzaron a indagar sobre los últimos pasos que había dado el desaparecido. Así establecieron que la última persona que lo había visto era José “Fuerte Apache” Ávila (28), pero no supo dar más detalles. Con el correr de los días, encontraron abandonada la moto en un cañaveral cercano a la ciudad. Walter Farías (25) y Mauro Saavedra (26) dijeron que Medina se las había prestado para que fueran a pescar. Añadieron que no la abandonaron, sino que la ocultaron para que no sea robada mientras ellos estaban en un río bastante alejado. Con la ayuda de un perro, los investigadores siguieron un rastro que los llevó desde el lugar donde había sido encontrado el rodado hasta un chiquero en la zona.

Rotundo giro

Cuando crecía el malestar de los familiares del desaparecido, hubo un cambio. La fiscala Mónica García de Targa fue reemplazada por su par Miguel Varela. Con el nuevo investigador, la instrucción de la causa tuvo otro importante avance: confirmaron que Medina habría participado en una reunión en una vivienda de esa ciudad. A partir de allí, el representante del Ministerio Público consiguió que un juez autorizara una serie de medidas.

La más importante fue en la casa de “Fuerte Apache”, donde supuestamente se había realizado el encuentro. Allí encontraron manchas de sangre, por lo que se ordenó su aprehensión. Otro allanamiento se realizó en el domicilio de Gustavo “Guchi” González (23), donde hallaron una piola con manchas de sangre. Con esos indicios, la teoría del fiscal fue cobrando fuerza y por eso también pidió la aprehensión de Leandro Saavedra (29), Oscar Alincastro (24) y, la más sorpresiva de todas, la de Gabriela Luna (34), pareja y madre de los hijos del desaparecido.

La teoría

El lunes, en una audiencia que duró casi cinco horas, los auxiliares fiscales Luciana Ceccotti y Juan José Ibáñez, siguiendo las instrucciones del fiscal Varela, elaboraron su teoría del caso. Según lo expresado en la audiencia, Medina se encontró con “Fuerte Apache” y de ahí se dirigieron a la casa del acusado. Allí se reunió con González, Leandro Saavedra y Alincastro donde consumieron bebidas y alcohol. Luego, por razones que no están claras todavía, quisieron apoderarse de la moto del joven y, como se habría negado a entregarla, lo habrían privado de su libertad y robado el rodado.

La situación procesal de los otros acusados es diferente. A Farías y a Walter Saavedra los acusó de encubrimiento por haber ocultado la motocicleta del desaparecido.

El mismo delito le indagaron a Luna. Según la acusación de los auxiliares, a los familiares de la víctima les dio cierta información que no aportó a los investigadores. Eran datos que habrían complicado a los otros sospechosos. “No hizo nada malo, sólo dijo versiones que le habían llegado a ella, pero no tenía pruebas para demostrarlas”, explicó su defensor, Ángel Fara.

El juez Hernán Aybar aceptó los cargos formulados por Ibáñez y Ceccotti en contra de los acusados y les dictó a todos la prisión preventiva por tres meses. En el caso de Luna, dispuso que sea cumplido con la modalidad de arresto domiciliario, puesto que debe cuidar los hijos que tuvo con Medina.

Un misterio

El fiscal Varela sigue pensando que el desaparecido está con vida, puesto que no tiene indicios suficientes para sostener que haya sido asesinado. Los investigadores consideran muy poco probable que Medina sea mantenido oculto en un algún lugar de la ciudad de la provincia. “Ninguno de los acusados tiene la estructura o el dinero suficientes para mantener oculto a una persona durante casi un mes. El paso del tiempo nos impide ser optimistas, pero tenemos que seguir buscándolo”, indicó un investigador.

Al cierre de esta edición, se realizaba una prueba en el automóvil de la pareja del trabajador rural. Los pesquisas quieren determinar si fue utilizado para trasladarlo hasta el chiquero, el último lugar donde existen indicios de que estuvo Medina.

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