Desde Famaillá hasta el combate frente a Muhammad Ali: la insospechada y curiosa amistad entre Ringo Bonavena y un médico tucumano

“Pololo” Villafañe conoció al boxeador tras la derrota frente a Zora Folley en 1965; “fue cuando regresó al país”, decía el famaillense.

COMBATE HISTÓRICO. Villafañe presenció el combate entre Bonavena y Muhammad Alí en el Madison Square Garden en diciembre de 1970. “Encontré a ‘Ringo’ llorando en el ring”, contaba el médico. COMBATE HISTÓRICO. Villafañe presenció el combate entre Bonavena y Muhammad Alí en el Madison Square Garden en diciembre de 1970. “Encontré a ‘Ringo’ llorando en el ring”, contaba el médico.

33 años son poco y mucho tiempo a la vez. Los niños lo ven lejano. Los grandes añoran con volver a esas edades. Para Oscar “Ringo” Bonavena, el tiempo suficiente para escribir una historia con cientos de capítulos que sorprenden. ¿Una vida corta? Sí. Pero con episodios extraordinarios. Lo común no era parte de la vida del púgil de Parque Patricios, que tuvo una relación muy asidua con Tucumán y, en especial, con Famaillá. Un destino del que disfrutó no solo del manjar característico de la zona -obviamente, la empanada-, sino que fue un sitio con el que generó una conexión especial.

¿El motivo? El boxeador había cosechado una gran relación con el doctor José René Villafañe. “Pololo”, como lo conocían los allegados y su entorno, fue uno de los pioneros de la medicina en Famaillá. “Era muy famoso por toda la zona. Venían grandes y chicos a hacerse atender. Todos asistían porque no cobraba nada. Tenía la máquina para hacer radiografías y, mitad de cuadra, estaba la farmacia que atendía Cabrera en donde el doctor hacia que consigan gratis los remedios”, recordó José Acevedo, uno de los grandes amigos del médico. “’Ringo’ me enseñó una canción para hacerme hincha de Huracán: ‘miren señores, miren qué crema, somos del barrio de Ringo Bonavena’. Eso siempre me marcó. También lo llevé al club Gática para que dé una conferencia”, añadió “Pepe”.

Villafañe no solo fue conocido por su profesión sino por su gran afición a los deportes. Al boxeo lo guardaba en un lugar especial. Mientras cursaba sus estudios universitarios en Córdoba, “Pololo” se calzó los guantes y tuvo una que otra experiencia dentro de los rings. Pero nunca llegó a despuntar en los cuadriláteros. También tuvo otros intereses deportivos como el rugby o el fútbol, deporte en el que se desempeñaba como arquero. “Fue uno de los socios fundadores de complejo deportivo José María Gatica”, lanzó el historiador Jesús Roberto Roja. Incluso, recibió en su hogar a otros grandes púgiles como  Carlos Monzón, Horacio “Pantera” Saldaño o Luis Federico Thompson. Pero, la relación con Bonavena era distinta.

La amistad entre "Ringo" Bonavena y "Pololo" Villafañe

El inicio del vínculo Bonavena-Villafañe fue entre 1964 y 1965. “Ringo” llevaba poco tiempo como boxeador, aunque había tenido varias peleas en Norteamérica. “Conocí a Bonavena en Estados Unidos, donde debutó ganando tres peleas para luego perder con Zora Folley, a quien le mordió la oreja. Pero, el norteamericano, en un gesto humano, lo llevó del hombro hasta el rincón en el último round. Después entró en el boxeo grande. En el viaje de regreso se inició nuestra amistad”, decía “Pololo” en una entrevista con LA GACETA del sur en julio de 1990.

AMISTAD. “Ringo” Bonavena visitó varias veces a “Pololo” en Famaillá. AMISTAD. “Ringo” Bonavena visitó varias veces a “Pololo” en Famaillá.

Ese contacto fue el que comenzó la amistad entre el boxeador y el médico, que se volvió un habitué de las veladas boxísticas. En dicho reportaje, Villafañe recordó la pelea con Joe Frazier que fue el 21 de septiembre de 1966. “Lo tiró dos veces. Oscar había ganado ampliamente, pero el fallo fue al revés. En el desquite, pierde en el round 12, pero había entrado amenazado, tanto que su esposa Dorita tuvo que permanecer en el hotel con custodia policial”, comentaba sobre aquel enfrentamiento.

Pero, el momento más importante de la amistad boxística fue en la pelea con Muhammad Alí. Villafañe fue uno de los presentes en el Madison Square Garden y protagonizó un curioso hecho. “Estaba Emile Griffith, Joey Giardello, Jake La Motta, Yke Williams, Burt Lancaster… Cuando Oscar cayó Ali no lo dejaba levantar, y como el árbitro no lo mandaba al rincón, comenzamos a protestar y no sé en qué momento yo estaba volando por el aire: unos policías negros, que parecían osos, me arrojaron a la platea como si fuera una pelota de rugby”, comentaba el doctor. “Al terminar la pelea, Alí entró al vestuario de Oscar y le dijo: ‘eres el campeón de los machos’. Bonavena desapareció. Lo encontramos llorando en el ring”, agregaba.

1971: un abrazo en el arribo de Ringo Bonavena a Tucumán 

Tras el duelo con Muhammad Alí, “Ringo” regresó al país y Tucumán fue una de las principales provincias que visitó. En los primeros días de enero, el aeropuerto Benjamín Matienzo estuvo repleto por una multitud de 2.000 personas. “¡Ringo! ¡Ringo!”, era el cántico de los fanáticos presentes que derribaron el cordón policial y se llevaron algún recuerdo del boxeador.

Cuando ingresó al hall de la estación aérea hubo disturbios, corridas, puertas de vidrio destrozadas y represión. En medio del descontrol, “Ringo” abrazó al médico que esperaba su llegada. Luego el boxeador se subió a un auto policial para seguir su recorrido.

En una conferencia de prensa en Tucumán, el pugilista opinó sobre el avance de la medicina deportiva. “A mí me visitaron dos médicos norteamericanos en el camarín y como no tenía consecuencias visibles de la lucha, me dijeron que estaba en libertad de acción. Además, tenía mis dos médicos particulares y grandes amigos: los doctores Paladino y Villafañe. Pero en Norteamérica no son tan severos como aquí”, decía “Ringo” sobre “Pololo”, a quien le regaló unos guantes que utilizó.

RELIQUÍA. En Famaillá, Rodrigo Villafañe conserva los guantes de “Ringo”. RELIQUÍA. En Famaillá, Rodrigo Villafañe conserva los guantes de “Ringo”.

“Desde que tengo uso de razón, los guantes siempre estuvieron acá. No los conservamos de la mejor manera porque cuando era chico jugaba con ellos. Pero estos estaban colgados en el consultorio en el que atendía a la gente”, comentó Rodrigo Villafañe.

¿Cómo era el vínculo entre Ringo Bonavena y "Pololo" Villafañe?

Amelia Laudelina Mac Cormick, esposa de “Pololo”, recuerda las visitas del boxeador a Famaillá. “Cada vez que venía preparábamos todo. La gente que estaba en la calle entraba a la casa para conseguir un saludo o algo. Él saludaba a todos y firmaba autógrafos”, comentó. “Él venía a descansar y dormía en la habitación de Rodrigo. Una vez nos vino a visitar con Doña Dominga”, indicó.

Según Amelia, la relación con Bonavena era casi familiar. “Iba a ser el padrino de Rodrigo. Pero al final no se pudo porque él estaba en Estados Unidos. Cuando vino ya había nacido. Me acuerdo que lo vio en el corralito y le dio un beso en la cabeza”, contó. “’Pololo’ siempre le decía que estudié para llegar a más”, añadió.

Una nueva visita de Ringo Bonavena a Famaillá y su amor por los tamales

Luego de una gira por Estados Unidos en la que obtuvo victorias frente a Leroy Caldwell, Roy Wallace y Lou Bailley, el boxeador volvió al país para pasar unos días en las Termas de Río Hondo, Santiago el Estero. “Vine recomendado por mi médico a pasar una temporada de descanso y recuperación física”, indicaba “Ringo” al corresponsal de LA GACETA, que lo encontró “desparramado” en una reposera en el solarium del Hotel América.

En esa ocasión, “Ringo” había comentado que haría una visita express en la casa de su amigo Villafañe antes de volver a Buenos Aires. “Mi regreso lo haré por Aerolíneas Argentinas desde Tucumán. Además, quiero ver antes a mi amigo el doctor Villafañe. Me prometió esos ricos tamales tucumanos y siento la necesidad de comerlos… me dan vitalidad”, puntualizaba con una sonrisa. “El doctor era devoto de los tamales de Cuello. Esos fueron los que ‘Ringo’ probó”, contó Roja.

¿Cómo se enteró "Pololo" Villafañe de la muerte de Ringo Bonavena?

La muerte de “Ringo” fue un baldazo de agua fría. “Él venía viajando por la ruta e iba escuchando la radio. Ahí fue cuando se enteró. Después llegó a casa y entró llorando”, recordó Amelia. “Nos fuimos al velorio que se hizo en Buenos Aires. Había muchísima gente”, indicó.

En el reportaje de 1990, “Pololo” reconoció que “Ringo” había caído en el mal camino. “Entró al bajo mundo del boxeo y se hizo amigo de Joe Conforte; lloramos desconsolados. En mi alma, su muerte es una herida que no cicatrizará nunca”, comentaba.

La vida política de "Pololo" Villafañe

Villafañe también tuvo gran injerencia en la política provincia. En 1962, “Pololo” fue electo intendente de Famaillá con el partido Bandera Blanca, aunque no asumió debido a que se anularon los comicios.

Años más tarde fue senador por el partido Justicialista, pero tuvo varias diferencias con el jefe del bloque del PJ, Hugo Lazarte. “Toda mi vida he sido ganador y debo aceptar que hoy me siento marginado y relegado”, decía en una entrevista de 1967. Así pasó a integrar la bancada peronista de la Lealtad que era presidida por Alfredo Manzur.

El enojo de Villafañe radicaba en que la mayoría de las decisiones giraban en torno a Lazarte, Alberto Herrera y Antonio Guerrero a quienes calificó como “dueños de la verdad”. “En dos años no recibí ni la disponibilidad de un puesto para solucionar un problema social, mientras los privilegiados han merecido 20 o 30 cargos en la planta permanente del Senado para distribuirlos entre sus amigos y parientes”, indicaba. Incluso, “Pololo” aseguraba que había convertido su casa y su farmacia en una fuente de Justicia Social. “Parece que en el PJ hay una yegua madrina que toca el cencerro y detrás van las mulas y los burros”, enfatizaba.

Fue mencionado en distintos testimonios de la causa del Operativo Independencia como el médico que asistía a los detenidos en la “Escuelita de Famaillá”. “Nosotros estábamos al lado de lo que era el cuartel militar de la zona, y al ser una personalidad conocida existía alguna relación. Incluso, seguramente los atendía (a los militares), pero así también brindaba atención a gente que no era de ese bando”, dijo Rodrigo Villafañe, el hijo de “Pololo”.

En 1985, fue elegido como senador provincial. “Famaillá parece actualmente el Far-West, porque la inoperancia policial es afligente. Se han producido decenas de robos y ninguno fue aclarado”, había comentado y denunciaba el consumo de alcohol por parte de los menores de edad.

“Pololo” falleció en 1993. “Sufrió una depresión que nunca supimos la causa y decidió quitarse la vida”, dijo Rodrigo. También contó que, años atrás, la intendencia de Famaillá realizó un busto, aunque se desconoce el paradero del mismo. “Lo hizo un artista que se llamaba Alejandro Carrizo, pero se sacó porque había que hacerle unas refacciones”, concluyó Roja.

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