La vida de Bernabé Aráoz: “La película propone preguntas, no respuestas”

Fabián Soberón dirigió un filme con testimonios de historiadores y creaciones de artistas plásticos sobre el prócer tucumano. Las miradas sobre el pasado.

UNA CONSTRUCCIÓN DESDE EL PRESENTE. La imagen de Bernabé Aráoz mulato, de Leandro Herrera, responde a la idea de diversidad cultural. UNA CONSTRUCCIÓN DESDE EL PRESENTE. La imagen de Bernabé Aráoz mulato, de Leandro Herrera, responde a la idea de diversidad cultural.

Es un enigma, y así se lo plantea. No sólo despertó interrogantes en su tiempo, sino que perduran hoy a partir de diferentes hipótesis sobre la importancia de su existencia y de por qué no se convirtió en un héroe.

“Soy Bernabé Aráoz. Un caudillo de Tucumán” es la película dirigida por Fabián Soberón que hoy se estrenará a las 20 en La Fondita (avenida Belgrano 2.430, altos). El guión fue coescrito por Soberón con Facundo Nanni. Entrecruza entrevistas a historiadores (Gabriela Tío Vallejo, Marisa Davio, Santiago Rex Bliss, Georgina Abate, Elena Perilli y Cecilia Guerra) con creaciones plásticos iconográficas sobre el prócer y la interpretación ficcionada de Mario Ramírez respecto de aspectos de su vida, invocada por las reflexiones y los paseos citadinos por lugares simbólicos importantes y mentales a cargo de Nanni.

“Se propone una serie de ideas e imágenes sobre el primer gobernador de Tucumán. De esta manera, el cine se convierte en un ensayo, en un cine-ensayo para investigar sobre los temas del pasado y la construcción de la memoria histórica: la revolución de 1810, la batalla de Tucumán de 1812, el Congreso de 1816, la República de 1820, la violencia política de 1824. Y las pinturas de los artistas indagan en cómo esa figura es leída desde la diversidad cultural del presente”, adelanta Soberón, quien advierte que “los espacios no son neutros: los históricos se convierten en mentales, y las dudas mentales se exteriorizan en espacios físicos, asociados a los sucesos que se narran y que se piensan”.

Fabián Soberón. Fabián Soberón.

El documental explora cómo se construyeron las ideas de Nación, provincia y caudillo y cómo se construyó y se inventa la idea de Bernabé Aráoz como sujeto histórico. “La película propone múltiples miradas conceptuales y artísticas. No exhibe una perspectiva cerrada y terminada sobre el personaje. Veremos cómo la recibe el público”, señala el director para LA GACETA.

- ¿Quién fue Bernabé y por qué no llegó a ser un caudillo reconocido en términos nacionales?

- Fue un líder popular, alguien que tuvo una gran incidencia en los sectores populares y que participó en los procesos políticos y militares en la etapa de las guerras de la Independencia. Fue visto como un sujeto negativo por Bartolomé Mitre y por otros intelectuales posteriores. Y eso influyó, en el contexto de la visión sarmientina, para que fuera juzgado como un personaje menor.

- ¿Qué idea de él nos forjamos en el presente? ¿Se está revirtiendo el desconocimiento sobre su figura?

- Sospecho que hay un mayor conocimiento de su figura. Pero el cambio de su lugar depende de múltiples factores. Aún no se ha construido una mirada desde el conocimiento social. Por tanto, tenemos que pensar qué queremos hacer con ese pasado y con su legado.

- ¿Cómo y desde qué lugar aporta tu filme al respecto?

- La película perfila, con múltiples enfoques, la figura de Bernabé. Parto de la idea de que el pasado no es una cosa ya hecha sino una construcción elaborada desde los diversos presentes. La película discute ciertas miradas vetustas y osificadas y propone una polifonía conceptual, teórica. Ocho historiadores contemporáneos (todos especialistas universitarios en el siglo XIX) reflexionan sobre los procesos históricos y sobre su vida breve; y cuatro artistas imaginan un retrato posible. No están de acuerdo en varias cuestiones: una de ellas es si fue un caudillo. En todo caso, la película propone preguntas, no respuestas.

- ¿Cuánto tiene que ver el centralismo y el mitrismo en la construcción de una historia nacional que lo minimiza?

- Sobre esta cuestión es importante revisar una trama compleja. Por un lado, está la visión simplista y maniquea de Domingo Faustino Sarmiento sobre el caudillo y el caudillismo. Por otro lado, están Mitre y sus continuadores. Por otra parte, debemos considerar la construcción de una historiografía extensa y que repite lugares comunes. Estos factores y otros han incidido sobre la mirada que tenemos del caudillismo y de la figura de ciertos personajes del pasado. No hay que ir muy lejos para leer una mirada diferente a la de Mitre, Sarmiento y sus acólitos. Juan Bautista Alberdi, en el mismo siglo, tuvo una perspectiva diferente sobre los caudillos. Propuso la idea de que no existía el caudillo universal y homogéneo, que había una diversidad de ellos (los que no tenían cualidades comunes) y que el mal del país no estaba en la campaña sino en las ciudades.

- ¿Qué hace falta institucionalmente para que se lo reivindique realmente?

- Creo que la memoria histórica se construye de múltiples maneras. Las instituciones ayudan, pero la memoria es obra de las sociedades. Y, en este sentido, nuestra provincia tiene, o ha tenido, una vocación para el olvido. De cualquier manera, me he preguntado qué ocurriría si Bernabé fuera visto como un héroe nacional. El chauvinismo puede ser un error y un peligro.

- Tu reconstrucción en base a testimonios incluye un aspecto artístico con varios plásticos invitados, ¿cómo se interpretó su imagen?

- Honorio Mossi, el autor del retrato que todos hemos visto alguna vez, pintó la imagen 100 años después de la muerte de Bernabé. Por tanto, inventó un rostro. Los artistas convocados en la película han producido retratos diversos. Pablo Iván Ríos lo pintó como un stormtrooper (un guerrero de Star Wars); Hugo Belagamba lo imaginó como una oveja, perseguida eternamente por el lobo Javier López; Leandro Herrera lo retrató mulato y Alejandro Contreras Moirgahi creó un grupo de personajes que dialogan sobre el líder popular ausente.

STAR WARS. Pablo Iván Ríos imaginó al prócer con un casco del filme. STAR WARS. Pablo Iván Ríos imaginó al prócer con un casco del filme.

- Ese desafío estético está levantando quejas entre los puristas, como que sea mulato o que tenga el casco de Star Wars, ¿qué le respondés a esas críticas?

- Como dijo el cineasta gay y católico Pier Paolo Pasolini, no hay que dejarles la tradición a los tradicionalistas. La película se refiere a conflictos del pasado desde el presente y plantea cuestiones que se proyectan en el futuro. La tradición, creo, está en el futuro.

- ¿El imponer un discurso único de cómo habría sido Aráoz también conspira contra su apropiación social como prócer?

- Las sociedades se apropian de las figuras del pasado de múltiples maneras y generan diversos discursos sobre esas figuras. Creo que Bernabé aún no ha sido puesto en discusión por las sociedades argentinas. Ninguna persona puede imponer por decreto que sea declarado un héroe. Veremos qué sucede en el futuro. Por eso digo que la tradición está en el futuro.

Otras realizaciones artísticas

- La figura de Bernabé Aráoz fue abordada ya en otras realizaciones artísticas. En lo audiovisual, en el marco del Bicentenario de la Batalla de Tucumán, el Ministerio de Educación de la Provincia realizó una serie de cortos con alumnos de distintas escuelas entre las cuales figura “La carta de Bernabé”, con dirección y guión de Rodrigo Olmedo.

- El prócer también fue evocado en el mediometraje “Héroes del Bicentenario”, que comienza precisamente con su fusilamiento en Trancas, el 24 de marzo de 1824, para luego remitirse a distintos momentos de su existencia. Nuevamente Olmedo fue su director e intervino el grupo Los Intérpretes, quien propuso la trama.

- Precisamente, este elenco teatral tucumano estrenó el jueves su obra “Bernabé Aráoz, héroe nacional”.

- “Tiempo de Patria”, es otro filme sobre el caudillo, dirigido por Leonardo Sandoval e impulsado por Gustavo Villagra.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios