Muchas personas, por lo general, mujeres, suelen aceptar los ronquidos de su pareja como algo natural que viene con el matrimonio o con la convivencia. Pero no es así, advierten expertos. Los ronquidos fuertes suelen estar relacionados con un trastorno del sueño conocido como apnea obstructiva del sueño (AOS), una afección en la que la respiración se detiene y comienza repetidamente durante el sueño. El trastorno hace que las paredes de la garganta se relajen y se estrechen, interrumpiendo la respiración normal y provocando una desaturación de oxígeno.
Ramamurthy Sathyamurthy, médico especialista en enfermedades respiratorias del Hospital Universitario James Cook, de Reino Unido, explica en un artículo publicado por BBC Mundo que los síntomas de la apnea del sueño pueden variar, de leves a moderados o graves, pero normalmente empeoran de forma progresiva. Y advierte que la afección no tratada puede afectar muchos aspectos de la salud física y mental tanto del roncador como de su pareja, incluido su deseo sexual.
Principales síntomas
• Ronquidos fuertes
• Respiración que se detiene y se reinicia muchas veces
• Hacer ruidos de jadeo, resoplido o asfixia
• Despertarse frecuentemente
• Tener dolor de cabeza al despertar
• Sentirse muy cansado
• Tener dificultad para concentrarse
• Tener mala memoria
• Sentirse deprimido, irritable o experimentar otros cambios de humor
• Experimentar una mala coordinación.
• Perder el deseo sexual
Otros problemas de salud
Las caídas repentinas de los niveles de oxígeno en sangre que ocurren durante la apnea pueden aumentar la presión arterial, y esto puede incrementar el riesgo de una serie de problemas médicos asociados. Algunos estudios sugieren que la AOS puede aumentar el riesgo de insuficiencia cardíaca en un 140%; el riesgo de accidente cerebrovascular, en un 60 % y el riesgo de enfermedad coronaria, en un 30%.
“Si bien algunas personas pueden encontrar graciosos los ronquidos de su pareja, esto puede ser un asunto serio para su relación -enfatiza el doctor Sathyamurthy-. Normalmente, en el 90% de los pacientes que atiendo, acuden a la consulta porque la pareja está muy afectada”.
Puede provocar, por ejemplo, que la pareja empiece a dormir en habitaciones diferentes, un concepto conocido como “divorcio del sueño”. Aunque esto no es necesariamente malo. La terapeuta de relaciones Sara Nasserzadeh recomienda a menudo que las parejas duerman separadas, con o sin ronquidos, ya que comenzar el día con una buena noche de sueño puede fomentar una relación más saludable para ambos.
Aunque esto, por supuesto, solo es posible si hay una habitación libre disponible.
Claro que para otra parejas, el “divorcio del sueño” puede ser el primer paso en el camino hacia una separación permanente.
Testimonio de vida
El artículo de BBC Mundo recoge el testimonio de Arunika Selvam, de 45 años, que vive en Singapur con su marido y su hijo. “Tuvimos que alquilar nuestra habitación de invitados para obtener ingresos adicionales debido al alto costo de vida aquí en Singapur”, explica al justificar por qué no puede dejar de compartir el dormitorio con su marido.
Sin embargo, después de soportar innumerables noches sin dormir, Selvam habló con su marido sobre su problema de ronquidos. Él se resistía a consultar a un médico porque tanto su padre como su abuelo roncaban y creía que era perfectamente normal. Los ronquidos fuertes en los hombres con frecuencia se perciben como parte de la masculinidad, particularmente en ciertas culturas asiáticas, añade Selvam.
Nasserzadeh dice que, en tales escenarios, es importante encontrar el momento adecuado para plantear este tema a la pareja de una “manera sutil y delicada”. La experta en psicología social señala que también es importante recordar que la persona que ronca muchas veces se siente avergonzada por su condición.
Consecuencias
Según la Asociación Británica de Ronquidos y Apnea del Sueño, hay aproximadamente 15 millones de personas que roncan en Reino Unido y esto afecta a 30 millones de personas en el país, casi la mitad de la población.
La institución señala que las cifras de una encuesta reciente indican que el número de hombres que roncan es mucho mayor que el de mujeres.
Pero independientemente de quién sea el roncador, el hábito puede tener consecuencias importantes.
Algunos informes sugieren que los ronquidos se encuentran entre las causas más comunes de divorcio en Estados Unidos y Reino Unido, aunque es difícil encontrar datos concretos que respalden esta afirmación.
Rita Gupta, abogada de familia de Reino Unido, dice que su estudio se ha topado con numerosos casos de divorcio relacionados con los ronquidos. “Muchas personas me han dicho: ‘Bueno, de todos modos hemos estado durmiendo en habitaciones separadas durante varios años debido a sus ronquidos, y simplemente nos hemos distanciado’”, añade.
Explica que un problema común en los casos de divorcio es descuidar los tratamientos médicos y no tomar las medidas necesarias para abordar el problema de manera efectiva, lo que indica problemas de compromiso subyacentes.
Tratamiento
Los tratamientos para la apnea del sueño pueden implicar la adopción de cambios en el estilo de vida, como:
• Pérdida de peso
• Dejar de fumar
• Limitar el consumo de alcohol
Sin embargo, para muchas personas, es necesario el uso de un dispositivo conocido como máquina CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias). Esta proporciona aire suavemente a una máscara que se coloca sobre la boca o la nariz mientras la persona duerme.
El doctor Sathyamurthy remarca que es importante priorizar tanto la salud de la pareja como la del roncador, animándolos a buscar consejo médico. “Será beneficioso no sólo para la relación sino también económicamente, ya que la gente gastará menos dinero en medicamentos para otros problemas de salud causados por la enfermedad. Por lo tanto, es un beneficio general para toda la familia”, añade.
Respecto de Selvam, contó que finalmente convenció a su marido para que consultara a un médico, lo que resultó en un diagnóstico de apnea obstructiva del sueño. Agregó que él ya tomó cartas en el asunto realizando ejercicios destinados a perder algo de peso.