¿La Generación Z se está desilusionando de las redes sociales?

Las plataformas pierden audiencia juvenil. Facebook, Instagram y TikTok despliegan estrategias para que tegan más actividad en sus redes.

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Durante años, especialistas en salud mental, educación, seguridad y medicina en general, advirtieron sobre el uso excesivo de las redes sociales por parte de los adolescentes. Su preocupación era transversal. Veían en el atractivo de las pantallas problemas de socialización, pérdida de atención, consumos de contenidos violentos, bullying y desconocidos que podían acercarse a los más jóvenes poniendo en riesgo su integridad. La aparición de cada plataforma traía también novedades en estas preocupaciones, por sus características, su alcance y principalmente por el despliegue que ha tenido cada una para llegar a millones de usuarios en todo el mundo.

Todas estas preocupaciones aún están vigentes y seguramente todavía no conocemos otros fenómenos que surgirán como producto del consumo de tecnologías basadas en intereses e interacciones. Sin embargo, los sujetos de dichos estudios parecen moverse más rápido que los académicos y también que las propias tecnologías que supieron encantarlos en cada momento. Los usuarios no conforman una masa homogénea de personas y eso lo saben muy bien los algoritmos, pero las empresas están advirtiendo comportamientos mucho más complejos de los que estaban en sus planes de crecimiento.

Algo que parecía imposible de pensar hasta hace unos meses está ocurriendo. La base de usuarios de TikTok está envejeciendo. Es decir, la red de videos cortos que supo explotar durante la pandemia está en peligro de convertirse en un lugar aburrido. Según los datos de Pew Research Center (PRC), el grupo que está creciendo en esta plataforma no es la Generación Z, sino las personas de entre 30 y 40 años.

La red social más popular

Quien ya pasó por ese proceso fue Facebook, que este año cumplió 20 años desde su creación por parte de Mark Zuckerberg. Justamente los años no le permiten a esta insignia venderse como un producto nuevo, pero todavía puede ostentar el título de la red social más popular del mundo. Su crecimiento en los últimos años también ha estado impulsado por usuarios de mayor edad y a diferencia de TikTok, su distribución etaria no está tan concentrada en los públicos jóvenes: un 9,5% (mujeres) y un 13% (varones) de su total de usuarios tienen entre 18 a 24 años, según los últimos datos de Statista. Hace 10 años, la franja etaria comprendida entre los 13 y los 17 años representaba el 71% de la masa de usuarios y en el último año medido por el PRC dicho volumen ha caído al 33%. Preocupado por este panorama, Meta está tratando de recuperar a las nuevas generaciones pero por sobre todo a renovar la oferta de contenidos que hoy tiene en su feed y es por eso que cada vez adopta más la lógica de sus competidores en la que el descubrimiento es el componente más importante para atraer a los usuarios.

Las otras plataformas no están a salvo según los datos de PRC. De 2022 a 2023 todas mostraron disminuciones en sus porcentajes de audiencia adolescente. Instagram cayó tres puntos, Youtube perdió dos, mientras que Twitter redujo tres y Snapchat dos.

Los más jóvenes siempre representaron el usuario ideal de las redes. Ellos son los primeros seguidores de la innovación y para la industria este perfil tiene una categoría relevante denominada “early adopters”, es decir, son los que primero adoptan una tecnología, la validan y luego la comparten entre sus pares para incorporarla a sus hábitos cotidianos. Si ese proceso ocurre, esa tecnología tendrá un grado de impacto elevado.

¿A qué entorno digital se están yendo los adolescentes? ¿Les pedimos que regresen a las redes donde al menos sabíamos con qué contenidos se podrían encontrar? ¿Qué harán los especialistas con los avances en tratamientos y precauciones que han desarrollado en los últimos años? Nacidos con las lógicas de buscadores y pantallas móviles, los más chicos conocen más que nadie los artilugios que intentan cautivarlos. Es por eso que quizás lo más conveniente no sea invadirlos de contenidos virales y spam, sino más bien ofrecerles una propuesta que los reconozca como agentes de cambio y tomadores de decisiones, porque eso ya lo están demostrando.

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