La llamativa opinión de Andrés Bordoy, entrenador de scrum de Los Pumas, sobre Thomas Gallo

El ex pilar estuvo en nuestra provincia brindando un campus destinado a primeras líneas locales.

La llamativa opinión de Andrés Bordoy, entrenador de scrum de Los Pumas, sobre Thomas Gallo LA GACETA / Foto de Antonio Ferroni

El miércoles decenas de rugbiers tucumanos se dieron cita en Los Tarcos, en donde se llevó adelante un campus destinado a los primeras línea juveniles de la provincia; en una actividad organizada en conjunto por la Unión de Rugby de Tucumán (URT) y la Unión Argentina de Rugby (UAR). Desde Buenos Aires para liderar el campus llegó nada menos que Andrés Bordoy, entrenador de scrum de Los Pumas.

El trabajo con los primeras línea de todo el país no es nuevo. La iniciativa por parte de la UAR surgió ya hace un tiempo y tiene como objetivo un mejor desarrollo de los jugadores que ocupan ese puesto, así como el de elevar la seguridad del scrum, al menos en lo que a nivel amateur se refiere. Ese trabajo es coordinado por Bordoy y por referentes en cada provincia (Emannuel Galías y Omar Moallah en el caso de Tucumán).

“Vinimos aprovechando el plan de capacitaciones UAR y estamos recorriendo un poco toda la Argentina. Esta concentración es importante por la relevancia que tiene el scrum en nuestro país, y sobre todo, en Tucumán”, señaló Bordoy en diálogo con LA GACETA.

La referencia a la relación entre la provincia y los primeras línea tiene un sustento claro. Históricamente Tucumán ha sido cuna de grandes pilares, entre los que aparecen nombres como Omar Hasan, Julio Coria, Luis Molina, Ricardo Le Fort y, en la actualidad, Thomas Gallo, habitual titular en Los Pumas.

“Me encantaría tener tres o cuatro 'Tomi'. Por ahí no tiene la estructura física de un perfil de los que busca la UAR, pero mostró que tiene un montón de otras aptitudes. Se destaca en un montón de cosas y demostró que físicamente está preparado también”, subrayó el entrenador.

Las palabras hacia el pilar formado en Universitario surgieron en medio de la explicación de Bordoy sobre el prototipo de primeras línea que se buscan en el alto nivel del rugby argentino. “Si me preguntás, de los cinco de adelante buscamos ese pack que tenga un tamaño importante, que se pueda imponer, que tenga físicamente un dominio sobre el rival”, señaló Bordoy y fue un poco más a fondo en el tema. “Hoy el parámetro es el nivel internacional. Las presiones en el scrum a nivel internacional son tremendas, entonces los jugadores tienen que tener el perfil, la estructura y la capacidad física para poder soportarlo”. 

De todas maneras, y haciendo hincapié en el caso de Gallo, aclaró que no hay que encasillarse sólo en el perfil. "Hay que ver también las capacidades de jugador que tiene”, sentenció.

Por supuesto, poder formar jugadores para el más alto nivel, hablando específicamente de los primeras línea, es uno de los objetivos que tienen estos campus. “Si entramos a lo que es más el alto rendimiento y lo que buscamos desde UAR, mi ayuda como entrenador de Los Pumas es desarrollar a los jugadores para que jueguen en Los Pumas”, reconoció. Sin embargo, no es la principal meta; o al menos, no la única.

“Cuando hablamos de rugby amateur y de clubes, el primer punto es la seguridad que tienen que tener los jugadores; más hablando del scrum”, puntualizó el ex pilar, remarcando los trabajos de prevención que se realizan en torno a esta formación; así también como el brindarle herramientas a los jugadores para su desarrollo, algo en lo que hace enfoque especial a la hora de dictar los campus.

“Utilizamos una metodología de trabajo más de entrenamiento con los chicos. De ver cómo vienen, en qué situación están y hacer tipos de progresiones para ver cómo van evolucionando de una progresión a otra. Además,hacemos un intercambio fluido con los entrenadores que me parece que es el punto más importante”, argumentó Bordoy. “Nosotros desde UAR venimos a mostrar nuestra metodología, cómo lo hacemos; y después tenemos un espacio de intercambio con ellos para evacuar dudas y recibir consultas sobre las formas de entrenamiento que ellos hayan visto, o costumbres que tienen los entrenadores. A partir de ahí, evaluamos”, agregó.

“Siempre digo que el intercambio entre entrenadores abierto y participativo es lo que más le deja a uno. Cada uno sabe qué puede tomar y yo voy a aportar algo que a alguno le puede llegar a interesar para incorporarlo a su forma de entrenamiento. No hay verdades absoluta, pero hablar siempre de rugby, más del scrum, enriquece a todos”, destacó.

En estas tareas que se llevan adelante con los primeras línea, Bordoy hizo un reconocimiento especial al trabajo de los diferentes referentes provinciales de scrum. “Han hecho un laburo tremendo en estos últimos tres o cuatro años. No hay que olvidar que tuvimos una pandemia de por medio y que veníamos de un scrum en el que no había empuje libre, algo que hoy pareciera que es una normalidad. Sin embargo, durante muchos años lo perdimos”, sostuvo Bordoy. “Ese laburo de los referentes, que han bajado línea, han hecho capacitaciones, han desarrollado metodologías, y han hecho un relevamiento muy grande de los primeros líneas que tenemos y de la condición física en la que estaban, es fundamental para la seguridad del scrum. Eso es lo principal”, concluyó.

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