Las enfermedades respiratorias fueron la principal causa de ausentismo laboral en Argentina durante el primer semestre del 2024. Así lo determinó un estudio realizado por la consultora Grupo Gestión, donde se indica que el 20% de las ausencias en el ámbito de trabajo han tenido su causa en afecciones respiratorias, incluyendo gripes, resfriados, bronquitis, entre otras. La alta incidencia de estas enfermedades no solo afecta la salud de los trabajadores, sino que también repercute en la productividad y el rendimiento general de las organizaciones.
Consultado por LA GACETA, el titular de la División Salud Respiratoria, Ernesto Ways, indicó que este fenómeno debe explicarse siempre teniendo en cuenta la situación epidemiológica: “Durante los primeros seis meses el virus circulante en forma preponderante ha sido el Influenza en todas sus variantes, siendo el de mayor prevalencia el de Influenza A, pero también tuvimos la convivencia con otras dos enfermedades: el Dengue y el Covid; por lo tanto hay que ubicar las causas del ausentismo en cualquiera de estas tres razones”, detalló. Y remarcó que no es inhabitual que se dé esta situación, ya que en años anteriores se han producido situaciones no esperadas de incremento de casos, por lo que es probable que este año el influenza haya repetido igual cronología.
Teniendo en cuenta que en la primera mitad del año las temperaturas suelen ser más cálidas, puede resultar llamativo el incremento de enfermedades respiratorias en estas temporadas. Sin embargo, Ways explicó que los factores ambientales juegan un papel fundamental en la propagación de enfermedades. “Tuvimos fríos y un leve incremento de la humedad por encima de otros períodos no esperados. Cuando hay temperaturas por debajo de las que se producen normalmente, la población trata de defenderse hacinándose, es decir, conviviendo en espacios cerrados sin ventilación, acercándose unos a otros y produciendo las condiciones de contagio que son las formas de propagación inicial de esta patología”.
Este fenómeno no sólo tiene consecuencias para la salud de los trabajadores sino también para las empresas ya que, por períodos breves o prolongados, puede desestabilizar los flujos de trabajo. En este sentido, dice Ways, se debe cumplir el período de la enfermedad desde el comienzo, pasando por el periodo de “estado”, hasta el corte en la contagiosidad, que es a partir del quinto o séptimo día, para evitar de esta manera la propagación de la enfermedad. “Es recomendable que en el período de estado la persona se alimente y se hidrate correctamente, que haga actividades limitadas con las medidas precautorias generales para volver a reintegrarse el trabajo de la mejor manera posible”, recomienda.
Medidas preventivas
En cuanto a las medidas que pueden tomar los empleadores para reducir la incidencia de enfermedades respiratorias entre sus trabajadores, el especialistas indica que la clave está en cortar la cadena de contagio, por lo tanto, se debe evitar concurrir a lugares cerrados y si el trabajo se desarrolla en ese ambiente tomar un periodo de 3 a 5 días de aislamiento. También se debe condicionar los ambientes sanos de trabajo manteniendo una distancia de por lo menos un metro y medio entre cada una de las personas, y fundamentalmente el uso de barbijo para la persona contagiada. Además, se debe evitar la automedicación. “El reposo más la buena alimentación y las medidas higiénico- dietéticas son suficientes”.
Paralelamente, desde el punto de vista institucional Ways afirmó que “se debe completar el esquema de vacunas necesarios para evitar que la evolución clínica sea mala, para eso existe la vacuna antigripal que se debería colocar institucionalmente”.
En lo que respecta a las medidas desde el punto de vista empresarial, se debe tratar que los este trabajadores tengan la cobertura vacunal a tiempo. “La vacuna antigripal ya estaba disponible a fines de febrero- marzo, por lo que era el período indicado para colocarse ya que comienza a generar anticuerpos a los 15 días desde su aplicación”.
Previsiones a futuro
En cuanto a las proyecciones para los próximos años, el especialista indicó que las medidas que se deben ir tomando corresponden a la vigilancia epidemiológica, es decir, tener en cuenta cuáles son los virus que están circulando en esos tiempos. “Habrá que abandonar el almanaque habitual que iba marcando estaciones totalmente separadas, por lo tanto previsibles en relación a las patologías, y habrá tomar las medidas preventivas que correspondan. Cada año dependerá del virus circulante y de la situación ambiental y la vigilancia de ese momento”, cerró.