Los vecinos del barrio El Paraíso en San Pedro de Colalao denunciaron haber sido víctimas de múltiples robos en sus viviendas y solicitaron incrementar las medidas de seguridad en la zona.
San Pedro de Colalao es una comuna que año tras año se acrecienta. El barrio El Paraíso es escenario de esa expansión. Decenas de propietarios comenzaron a construir viviendas de descanso en la zona, pero sus sueños se vieron interrumpidos luego de sufrir reiterados asaltos.
Algunos damnificados contaron que es un hecho que se viene perpetrando hace algunos años pero que se intensificó en los últimos meses. Otros dijeron que los delincuentes entraron a sus hogares en más de una oportunidad.
“Hace tres años comenzamos a construir la casa. Primero nos robaron los postes y los alambres, luego se llevaron el cable subterráneo de 30 metros de luz, dos veces consecutivas. Al tiempo entraron a la casa por tercera vez y nos robaron electrodomésticos, herramientas de trabajo, cemento y materiales de construcción. La cuarta vez ya fue violento, rompieron la puerta de casa, nos robaron un tanque de agua, sacaron el sanitario, la mochila, el bidet, el inodoro, grifería, cables de la luz, una lámpara, colchas, materiales de construcción, de electricidad y caños de cloaca. Prácticamente nos destruyeron la casa”, le manifestó Any Auvret a LA GACETA.
Algo similar le ocurrió a Laura García, quien fue blanco de ataques dos veces. “En la primera oportunidad nos robaron una desmalezadora y ocho policarbonatos de los portones. También nos robaron ropa, juguetes de mis hijos y otras cosas pequeñas. En el segundo robo nos sacaron una bicicleta, un inflador, juguetes, dos parlantes de música, un DVD y una consola. Habíamos puesto una tranquera y lo mismo violentaron el portón; hicieron mucho daño. En dos oportunidades hicimos las denuncias. Sí obtuvimos respuestas por parte de la policía, vinieron inmediatamente, pero no pudimos recuperar nada”, dijo.
Ricardo Abregú contó que entraron a su casa mientras estaban construyendo en su interior. “Fue en octubre, un día a la siesta los albañiles se fueron y cuando regresaron a la tarde encontró la reja del costado arrancada con marco y todo. Entraron y robaron la garrafa de gas, que es lo primero que buscan, la mochila del baño con todos sus accesorios, algunas herramientas, la termofusora del plomero y rompieron los candados de las puertas de las habitaciones”, relató.
Algunas de las víctimas tienen la teoría de que los autores de los asaltos viven en un asentamiento ubicado a pocos metros del barrio. “Hay gente que me comentó que mis cosas estaban en ese asentamiento. Le comuniqué esto a la policía, se hizo un allanamiento pero el resultado fue negativo. Cuando amplié la denuncia dijeron que la Fiscalía no había aceptado un nuevo allanamiento. Todo el mundo sabe que esa gente roba y que las cosas van a parar ahí”, dijo Ester Santillán, a quien le sustrajeron un televisor, una garrafa, un reflector grande de pie y dos ventiladores de pie.
Según contaron, el principal problema es que las viviendas del vecindario fueron construidas como casas de descanso por lo que no siempre están habitadas y tampoco hay lugareños en la zona a quienes ofrecerles dinero a cambio de que cuiden sus hogares. “Ya ni los rondines quieren andar. Antes había un señor que andaba en la moto toda la noche y lo atacaron; desde entonces ya no quieren andar durante la noche, sólo hasta las 22 y eso no nos sirve porque nos roban de noche no de día”, sostuvo Santillán.
“Otro problema es que hay muchas casas que están sin luz porque Edet no termina de hacer la conexión porque dicen que el terreno no figura como loteo, los vecinos le tienen que ceder luz para poder poner un foco. Está el tendido de los cables pero no el empalme con la red, la gente está a oscuras y así es propicio para que la gente entre y salga sin que nadie los vea”, señaló Abregú.
García, por su parte, opinó que uno de los factores que promueven la inseguridad, además de la falta de iluminación, es el descuido de algunos terrenos que aún no están edificados. “Me parece que tendría que haber una directiva municipal que exija a los vecinos que no han construido que mantengan limpios los terrenos; la gran problemática es que hay muchos terrenos que tienen dueño pero que no hay construcción y están llenos de árboles”, dijo.
Falta de medidas
Los vecinos reconocieron que el personal policial recepcionó las denuncias e inició investigaciones para esclarecer cada caso. Sin embargo sostuvieron que muchas veces no se llega al fondo de la situación porque la Fiscalía no acepta las medidas judiciales. “A la mayoría nos pasó que fuimos a la comisaría a ver qué había pasado con nuestras denuncias y nos dijeron que la fiscalía había rechazado la denuncia porque no había una acusación concreta. En otros casos hicieron allanamientos que dieron resultado negativo y cuando la policía solicitaba una nueva medida la justicia no la aprobaba”, explicó Abregú.
“Somos un matrimonio que con mucho sacrificio intenta terminar una casa y esto no tan solo nos pasó a nosotros sino a la mayoría de las casas en el barrio el paraíso. Nosotros pedimos más patrullaje, más control, más iluminación, pero todo sigue exactamente igual”, dijo Auvret.
Refuerzo
El jefe de zona de dicha jurisdicción, Fernando David Juri, habló sobre los episodios de asalto y dijo que tienen identificados a los posibles autores. “Todo es materia de investigación; a partir de averiguaciones y medidas llegamos a los supuestos involucrados. Las medidas están solicitadas y estamos a la espera de que el Ministerio Público Fiscal emita la orden de allanamiento y detención, si es que lo considera oportuno”, informó.
Juri dijo que uno de los principales obstáculos que hay al investigar estos casos es el tiempo que pasa entre el hecho en sí y el momento en que se hace la denuncia. “Las denuncias son de vecinos que quizás hace un mes no visitaban sus casas entonces se enteraron mucho después que les habían robado. No es lo mismo intervenir de un día para el otro que 30 días después, sobre todo porque hay un modus operandi -donde la policía podría intervenir- que son las ventas a través de las redes sociales. Si nos alertan apenas les robaron podemos hacer un seguimiento a distancia y es probable que alguien la ofrezca, pero si ofrecieron los bienes robados durante los 20 días que la familia afectada no fue y no se enteró del robo, disminuye la posibilidad de encontrar los objetos ofertados”, indicó. “Con esto no quiero decir que es culpa de los damnificados, ellos son víctimas de todo esto, pero siempre apelo a una conexión interdisciplinaria entre el vecino, la comuna y la policía para llegar al denominador común, que es la seguridad vecinal”, agregó.
Además, el comisario indicó que solicitó colaboración al Jefe de Policía, Joaquín Girveau, y al jefe de la Unidad Regional Norte, Gustavo Beltrán, para aumentar las guardias policiales en la zona. “Estamos al tanto y estamos abocados a la situación. “Tengo refuerzo de personal para incrementar las órdenes de servicio de madrugada. En el último trimestre sólo recibimos cuatro denuncias por robo a propiedades. Dos de ellas ya lograron ser esclarecidas y a través de allanamientos recuperamos la totalidad de los elementos sustraídos. Vamos a sostener en el tiempo las órdenes de servicio, pero tiene que haber el acompañamiento del vecino para que la policía pueda llegar a esos sectores lejanos, deshabitados y de difícil acceso”, indicó.