La historia del guardián del arco, el talismán de Sportivo Guzmán, que ahora también hace goles

Nahuel Abregú ostenta cuatro títulos con el "juliano" y asegura que su equipo está preparado para llegar a una nueva final.

GOLEADOR INESPERADO. Marcelo Abregú es el encargado de patear penales en Sportivo Guzmán y tiene una alta efectividad. GOLEADOR INESPERADO. Marcelo Abregú es el encargado de patear penales en Sportivo Guzmán y tiene una alta efectividad.
17 Julio 2024

Si cada vez que hay un penal para Sportivo Guzmán él cruza la cancha de un arco hacia el otro con tanta tranquilidad es por una razón. “Es porque uno practica mucho durante la semana. Gracias a Dios y al trabajo, las pelotas vienen entrando”, dice Marcelo Nahuel Abregú Moyental, el arquero estrella del "juliano" en la Copa Tucuman.

El fin de semana, Sportivo será uno de los protagonistas de las semifinales de la Copa Tucumán (en la otra se enfrentarán Bella Vista y Atlético Concepción) y el "1" es uno de los puntos más altos que tiene el "juliano" en su ambición por seguir dominando el fútbol de la provincia (es el bicampeón vigente).  

Su buen momento, que no sólo pasa por su función natural de custodio del arco sino también como encargado de los remates desde los 12 pasos, tiene que mantenerse contra San Martín para que su equipo pueda acceder a la definición del torneo.   

 El jugador de 29 años es el capitán de Sportivo Guzmán. Habla mucho, ordena también a sus compañeros en la cancha y en los últimos partidos es el encargado de ejecutar los penales del equipo que dirige Leandro Fligman. Abregú viene con un bagaje de experiencia que lo forjó para los estatus que son para pocos. La capitanía está cimentada desde el año pasado, por ejemplo, cuando elevó con sus brazos bien estirados la copa del Anual. Y antes, en 2022, en Monteros y contra Graneros, atajó el penal decisivo con el que se pusieron la corona de reyes del fútbol liguista, en gran parte gracias a su templanza.

“Son cuatro títulos”, contabiliza sumando los logrados con el Sportivo también en 2006 y 2011. “Es la primera vez que nos vamos a enfrentar contra San Martín en una instancia tan decisiva. Sí es verdad que entramos por la ventana gracias a la mano que nos dio All Boys (debía vencer a San José), pero este equipo se merecía estar. Y estamos nuevamente, con jugadores hechos en la cantera, con hambre de gloria y ganas de quedar otra vez en la historia del club. Tenemos virtudes para hacerlo”, no dudó en establecer.

 Abregú con la misma seguridad cuál Moisés en el Monte Sinaí, contó sobre el decálogo “juliano”. “Para nosotros hay palabras que son como los 10 mandamientos: sacrificio, humildad, personalidad, responsabilidad, solidaridad, trabajo en equipo, felicidad, lealtad, sinceridad y huevo”, enlistó el arquero. 

Todo eso servirá para enfrentar a un San Martín, en comparación matemática, superior; ya que en la segunda fase clasificaron primeros con 13 puntos. “Estamos a nada de jugar otro partido decisivo que nos puede poner en una nueva final. San Martín tiene un buen equipo y obvio que va por lo mismo. Pero estamos fuertes y con ganas de seguir haciendo historia”, analizó Abregú, el héroe "juliano" que impide goles, también los hace y quiere toda la gloria. (Producción periodística: Carlos Oardi y Mariana Apud)

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