Estuvo cerca de dejar el fútbol, pero siguió los consejos de su padre y actualmente disfruta de su presente en San Martín de Tucumán

Axel Bordón pasó por casi todas las categorías de nuestro fútbol y aspira a llegar a la Liga Profesional. “No hay que relajarse”, advierte.

SIEMPRE LISTO. Bordón esperó su oportunidad y cumplió con lo que le pidió el DT en los últimos partidos. SIEMPRE LISTO. Bordón esperó su oportunidad y cumplió con lo que le pidió el DT en los últimos partidos. Fotos de Claudio Fanchi. Especial para LA GACETA

“Me quedé esperando para ver si el línea levantaba la bandera. Fueron un par de segundos en los que no sabía qué hacer”. Las palabras de Axel Bordón dejan en claro que nada en su vida le llegó de arriba, ni siquiera su primer gol con la camiseta de San Martín.

En silencio, con la cabeza gacha y con el botinero en la mano izquierda, el lateral baja rápido las escaleras del gimnasio y se dirige hacia el playón del complejo “Natalio Mirkin”. Con un poco de timidez pero predispuesto a romper el silencio, el defensor expresa su alegría por el presente futbolístico en el equipo de Diego Flores.

Bordón lleva sólo dos titularidades en el torneo, sin embargo desde su llegada siempre se mostró como una alternativa. Este año de Bettini y la temporada pasada de Nicolás Sansotre e Ismael Quilez, mostrando que la resiliencia siempre estuvo en su carrera.

“Siempre me apoyo en la familia. Con mi ‘viejo’ hablo mucho; he pasado momentos difíciles en el fútbol”, avisa Bordón, dejando en claro que todo este tiempo fuera de las canchas fue un ingrediente más a lo que le había tocado vivir. “Hubo un tiempo en el que no quería jugar más a la pelota y fue mi papá el que estuvo siempre. Me acompañó desde inferiores; siempre viajaba con él a todos los partidos”, explica el lateral que no la tuvo sencilla en sus inicios futbolísticos.

Realizó inferiores en Vélez y de allí pegó el salto a Tigre. Pedro Troglio lo había subido de Novena a Primera y, cuando estaba a punto de firmar contrato profesional, hubo cambio de técnico y el sueño se le esfumó. “Estuve con Nahuel Banegas ahí. Compartimos en la Novena porque éramos categoría 96’. Pedro nos subió y prácticamente ya éramos parte del plantel profesional. Pero hubo marcha atrás en la firma del primer contrato y fue muy frustrante”, se lamenta. En ese instante, Bordón pensó que su futuro estaba lejos de las canchas; en otro ámbito.

“Ahí pensé en dejar el fútbol, pero apareció mi ‘viejo’. Le dije que no podía dar más. Se me vino todo abajo y de pensé: ‘esto no es para mí’. Tenía planeado estudiar, pero más que nada sabía que necesitaba trabajar porque éramos una familia humilde”, advierte. “Si estudiaba, estaba obligado a trabajar en paralelo porque la plata no alcanzaba. No tenía los recursos para elegir una de las dos”, agrega.

Tras la negativa de Tigre, Bordón siguió los consejos de su padre y empezó de cero en Real Pilar, equipo de la Primera D, la quinta categoría del fútbol argentino. Allí pudo encontrar la regularidad que tanto buscaba. Luego pasó a Argentino de Merlo, hasta que el DT y relator Rodolfo De Paoli decidió llevárselo a Barracas Central con quien conquistó la Primera Nacional.

“Real Pilar me quedaba cerca, pero arranque desde abajo. Mi primer sueldo en ese club era muy bajo, y lo use para ayudar en casa y para costearme los viajes hasta las prácticas”, relata.

Mirando hacia atrás, Bordón disfruta de su presente en San Martín, pero también recuerda cómo se dio su llegada a Bolívar y Pellegrini. “Acá me reencontré con Banegas y recordamos anécdotas de cuando compartimos en Tigre. Si había un partido lejos, íbamos en un ‘golcito’ (Volkswagen Gol) que tenía él. Cuando yo estaba en Real Pilar, a él le tocó ir a otro club de la D, Puerto Nuevo”, cuenta el lateral derecho, que aconsejó al ex Central Córdoba antes de su arribo a La Ciudadela. “Le dije que en esta categoría podía despegar y mira la carrera que hizo”.

Banegas tuvo una salida conflictiva hacia Tigre, pero su amigo lo entendió. “Entiendo el enojo de los hinchas porque era un jugador clave acá, un referente. El equipo lo necesitaba, pero hay que mirar de su lugar. Este es un trabajo y el ‘Gordo’ la peleó desde muy abajo, desde la D. Éste era su momento”, agrega “Pitbull”.

A la espera del duelo contra Chacarita, Bordón quiere seguir teniendo oportunidades. “Es un placer estar aquí; San Martín es el club más grande de la Primera Nacional y se merece estar en Primera. No debemos relajarnos; esta es una categoría muy dura y hay seguir como venimos”, concluye el defensor que superó mil obstáculos y ahora sueña en grande.

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