Parecen ser muy comunes en la especie humana, y aparecen en general después de los 30 o 40 años de edad, y con mayor frecuencia en personas con un elevado índice de masa corporal. Suelen aflorar sobre las zonas de más fregamiento, pero no está claro que vengan causados por collares o por el roce con el cuello de la camisa, por ejemplo.
¿Cuáles son las diferencias entre acrocordones y verrugas?
No pueden llamarse en propiedad verrugas, porque la verruga vulgar es un proceso causado por un virus (papilomavirus o virus de la verruga). Por lo tanto no son contagiosos, ni se extienden al cortarlos o tocarlos.
¿Pueden llegar a ser malignos?
No, el acrocordón es un crecimiento benigno de la piel. Pueden provocar molestias por roce, torsión, traumatismo o sangrado, y ello puede ser un motivo para extirparlos. Es importante que sean correctamente diagnosticados por un dermatólogo, ya que pueden ser similares a otros crecimientos de la piel de otra naturaleza, como los nevus o los tumores de partes blandas.
¿Cómo deben tratarse?
Los acrocordones pueden eliminarse con cualquier método destructivo correctamente aplicado por un dermatólogo: la cirugía, electrocoagulación, crioterapia o láser-terapia son buenas opciones. Incluso pueden desaparecer si se los liga cuidadosamente con un hilo y se dejan unos días. Es importante volver a recordar que no son verrugas, y que no deben tratarse con los clásicos líquidos antiverrugas de venta en farmacias, ni otros remedios populares basados en cáusticos o irritantes.
Lo que debes saber:
- No se trata exactamente de verrugas sino de acrocordones (crecimiento benigno de la piel), por lo que no deben intentar eliminarse con líquidos antiverrugas de venta en farmacias.
- A diferencia de éstas no están causados por virus y, por tanto, no resultan contagiosos, ni se extienden al tocar.
- El dermatólogo es quien puede eliminarlos con opciones como cirugía, electrocoagulación, crioterapia o láser-terapia.