“El loco y la camisa” llega a las 100 funciones

No hay fórmula para el éxito en el arte. No hay elementos químicos para entremezclar y conseguir el compuesto milagroso que llene las salas. No hay posibilidades de repetir sobre seguro una experiencia en la siguiente. Todo es arriesgarse, probar y, de pronto y sorpresivamente, triunfar.

Indiscutiblemente, “El loco y la camisa” es la obra del teatro independiente tucumano que más público convocó en este siglo y lo sigue haciendo en cada función, sostenida por miles de seguidores en las redes sociales que multiplican cada convocatoria. Esta noche, a las 20 y en la Sala Manuel Belgrano del Colegio de Graduados de Ciencias Económicas (Crisóstomo Alvarez 765) el texto de Nelson Valente dirigido por Viviana Perea tendrá una función doblemente especial: se cumplen dos años del estreno en la provincia y llega a la representación número 100, con más de 55.000 espectadores que ya la vieron.

Todo comenzó entre las 50 localidades de la Sala Ross hasta que explotó exponencialmente y recorrió los principales teatros de la provincia (llenó dos veces el Mercedes Sosa) y llegó a Salta, Jujuy, Córdoba, Buenos Aires y Santiago del Estero.

La historia se centra en una familia de clase media que recibe al novio de María Pía, la hija del matrimonio y hermana de Beto. La llegada de Mariano a la casa destapa una serie de conflictos, develando prejuicios, violencias y destratos en diversas situaciones, con la idea de reflexionar en torno a la salud mental. Quien es tildado de “loco” y es silenciado y ocultado por su familia, resulta ser quien desnuda verdades, quien propone diálogos y se atreve a confrontar los problemas, proponiendo la sinceridad en los vínculos, es su sinopsis.

La experiencia forzó a tener dos elencos, para no depender de los compromisos personales de sus integrantes, siempre dirigidos por Perea y con Emanuel Rodríguez como protagonista irreemplazable. Para esta noche, actuarán además Ricardo Podazza (Fernando Godoy lo reemplaza en algunas funciones en el papel del padre), Liliana ,Juárez (como la madre, con Silvia Meneses como alternativa), Candela Matías (es María Pía, y su opción es Florencia Melano) y Max Meloni (el novio, personaje estrenado por Agustín Perelmut).

“Miramos hacia atrás y no podemos dejar de analizar este fenómeno. Hace dos años jamás hubiera imaginado semejante repercusión. Cuando decidimos pasar de la Sala Ross al Centro Virla lo hicimos con mucho miedo, preguntándonos cómo llenar 300 localidades. El boca en boca fue fundamental y ello permitió dar el gran salto”, recuerda Perea.

El protagonista destaca que “la historia es atrapante, y para hacer mi personaje cuento con una gran preparación previa, física y emocional, por lo que significa el antes , el durante y el después de la obra”. “Siento mucha responsabilidad de interpretar a Beto y lo hago con mucho respeto y amor. Es muy movilizante al finalizar la obra encontrarme con madres y familias enteras que, al sentirse identificadas, me cuentan sus historias, me abrazan con sus ojos llenos de lágrimas. Me siento muy feliz porque siento que su respuesta es verdadera y que nuestro trabajo toca sus fibras más íntimas. Nos hace sentir lo importante que es nuestra labor como artistas y lo necesario que es poner estos temas sobre la mesa”, resalta Rodríguez.

El productor Lucas Rodríguez reconoce que cuando llegaron a los teatros más grandes “se presentó el problema de no contar con lugar en las agendas, casi todos tenían su programación cubierta en los horarios centrales y fin de semana”. “Propuse salirnos de los días convencionales y animarnos a más y terminamos haciendo función los lunes, martes y miércoles e incluso un domingo a las 11 de la mañana. El público empezó a interesarse aún más por esta obra y nuestro gran salto fue llegar al Mercedes Sosa con entradas agotadas. Fue maravilloso, un gran desafío y la posibilidad de abrir las puertas a otros colegas”, relata.

Perea cierra dando su respuesta al comienzo de esta nota: “a veces nos preguntan cuál es la receta del éxito... y repetimos hasta el cansancio que no existe nada que sea magia. Desde hace más de 17 años trabajamos incansablemente en la Sala Ross produciendo obras y formando intérpretes y espectadores. En nuestros inicios hacíamos función para 10 o 20 espectadores, pero con el mismo compromiso y amor que lo hacemos hoy. Eso no cambió. Hubo una gran perseverancia. Miro hacia atrás y veo cuánto hemos crecido, madurado como equipo y como espacio de trabajo. Hemos superado grandes obstáculos y críticas. No ha sido fácil pero finalizar cada función y sentir ese eterno aplauso, nos reivindica que vamos por buen camino”, finaliza.

“Academia de brujas”: presentación en el bar Siglo 21

“Academia de brujas” cuenta la historia de una escuela que tiene pautas muy rígidas para sus alumnas, a partir de la consigna: “nada de hechizos de colores ni divertidos”. La regla principal s que la educación está destinada a aspirantes a bruja y no a brujo, pero el conflicto surge cuando un muchacho quiere sumarse a esa formación porque está decidido a aprender los mejores trucos, con el apoyo de sus compañeras y pese a la resistencia de la severa directora, la Señora Dalia. La obra pone en primer lugar a la importancia de la inclusión y del respeto al otro, desde una institución donde se forman las conductas sociales que influye en los comportamientos para toda la vida. Hoy habrá una función especial desde las 17 en el Bar Siglo 21 (avenida Mitre y Santiago del Estero). El elenco está conformado por Mónica Laméndula, Antonella Fanjul, Vanina Carbone y el Pato Arrieta, con la dirección de Lucas Lam.

“El viaje de Chuli”: reposición en el teatro Rosita Avila

Chuli es una niña que vive en el campo tucumano junto a su mamá y su abuelo y sueña con conocer el mar. Una situación un poco extraña la llevará a emprender un viaje en el que se encontrará con personajes inesperados, divertidos y sobre todo apurados. Ellos la ayudarán a encontrar el camino a casa. No sin antes tener muchas aventura. “El viaje de Chuli” es una obra teatral que, según anuncia su autora y directora Josefina Ocaranza, está dirigida a niños desde los tres a los 99 años, y que se repondrá esta tarde a las 16.30 en el teatro municipal Rosita Ávila (Las Piedras 1.550)) con las actuaciones de Malena Oyharzábal, Emilia Guerra, Facundo Basso y Diego Borges (foto), todos del grupo Las Victorias de Antonia. Será una función especial en la víspera del Día del Niño, pensada para que los abuelos y las abuelas pasen un momento de ensueño teatral con los nietos de la familia.