El pie plano es una afección común en la infanciaque, si bien en muchos casos no presenta síntomas graves, puede llevar a complicaciones significativas si no se detecta y trata a tiempo. Según especialistas del Hospital Almenara de EsSalud, dos de cada 10 niños atendidos en su Servicio de Traumatología Pediátrica padecen de pie plano, una condición que, en su forma más severa, puede afectar no solo los pies, sino también otras partes del cuerpo, como las rodillas, caderas e incluso la columna vertebral.
¿Qué es el pie plano?
El pie plano se caracteriza por la falta o disminución del arco plantar, lo que provoca que toda la planta del pie haga contacto con el suelo al caminar. El Dr. Javier Monteagudo, médico especialista en Traumatología Pediátrica del Hospital Almenara, explica que uno de los primeros indicios de esta afección es la ausencia del arco del pie y la tendencia de los talones a inclinarse hacia afuera, un fenómeno conocido como talo-valgo.
Si bien el pie plano no es necesariamente doloroso, en su forma más grave puede causar cansancio, dificultad para caminar o correr, y en algunos casos, acortamiento de los músculos de la pantorrilla. Sin un tratamiento adecuado, el pie plano puede derivar en la subluxación de los huesos del pie, lo que podría requerir intervención quirúrgica en casos extremos.
¿Cómo se detecta el pie plano?
Detectar el pie plano a tiempo es crucial para evitar complicaciones a largo plazo. Los padres deben estar atentos a cómo caminan sus hijos, especialmente si los pies de los niños hacen contacto completo con el suelo sin formar un arco. Observar los talones desde atrás puede proporcionar pistas adicionales: si se inclinan hacia afuera, es posible que el niño padezca de pie plano.
El Dr. Monteagudo enfatiza que, aunque el pie plano es una etapa de transición que muchos niños atraviesan, es fundamental monitorear su desarrollo para asegurarse de que el arco plantar se forme correctamente. En la mayoría de los casos, el arco se desarrolla entre los 10 y 12 años, por lo que la vigilancia durante estos años es esencial.
Tratamiento y prevención
El tratamiento del pie plano depende de la edad del niño y la gravedad de la afección. En muchos casos, el uso de plantillas ortopédicas o aparatos ortésicos puede ayudar a corregir el problema y prevenir el dolor y las complicaciones futuras. Es importante destacar que los zapatos ortopédicos, que alguna vez fueron recomendados para el tratamiento del pie plano, ya no se consideran efectivos y pueden incluso dañar la autoestima del niño.
El Dr. Monteagudo subraya que, en ausencia de dolor o molestias, el tratamiento no es necesario, ya que el pie plano puede ser parte del desarrollo normal del niño. Sin embargo, si las plantillas no alivian el dolor o si la afección progresa, la cirugía puede ser una opción necesaria. Este procedimiento es generalmente de rápida recuperación y está diseñado para minimizar el impacto en la vida del niño.
La importancia de una evaluación temprana
Aunque el pie plano es común, no es la única afección que puede afectar la marcha y la postura de los niños. Condiciones como la displasia de cadera, el pie equinovaro, y diversas alteraciones rotacionales también deben ser evaluadas por un especialista en ortopedia pediátrica. Una detección temprana y un tratamiento adecuado son clave para garantizar que los niños puedan llevar una vida activa y saludable, sin las limitaciones que pueden imponer estas afecciones.