Consternación en Río Seco por el caso Luján: "Era una muy buena chica", dicen los vecinos

Mientras la investigación continúa, la desconfianza y el temor se apoderaron del barrio Virgen del Rosario. "El pueblo está furioso", afirman.

28 Agosto 2024

Desde hace días que la tranquilidad habitual del barrio Virgen del Rosario de Río Seco, en el sur de la provincia, se vio sacudida por la desaparición de Luján, una niña de 11 años cuyo paradero es aún incierto. Los vecinos, consternados, describen a la pequeña como una "muy buena chica" y expresaron su preocupación por el desenlace que todos temen.

Ana Lía, vecina, relató a LA GACETA: "La chiquita jugaba todos los días con mi hija. Era muy cariñosa, querida por todos acá. Tengo hijos y no me gustaría que les pase nada. No puedo imaginar lo que está viviendo su familia". 

La mujer, madre de tres hijos, destacó el dolor que siente al pensar que algo podría haberle pasado a la pequeña. "La gente hoy en día está muy loca, y me duele porque salgo a trabajar todos los días pensando en mis hijos y en todos los niños que hay. No quiero que le pase nada a ninguno".

Diego Fernández, otro vecino cercano, comentó sobre Walter Mateo Córdoba, el principal sospechoso en la desaparición de Luján, con quien compartió trabajo: "Él siempre fue una buena persona, nunca me imaginé que podría hacer algo así. Es papá y mamá para sus tres hijos, y nunca se descuidó de ellos". Sin embargo, el vínculo entre Mateo y la familia de Luján no es claro para muchos, ya que algunos vecinos aseguran que él había estado en pareja con la tía de la niña.

Gisela, madre de la mejor amiga de Luján, describe a la pequeña como una niña respetuosa y querida. "Luján siempre venía a mi casa a jugar con mi hija. Si ella quería hacer algo, siempre era en compañía de mi hija. No puedo creer lo que está pasando. Estamos todos muy dolidos".

El barrio entero se ha movilizado en la búsqueda de la niña, apoyando a la familia en estos momentos difíciles. A pesar de los esfuerzos, la comunidad se encuentra sumida en la incertidumbre y la angustia, mientras esperan noticias sobre el paradero de Luján. 

"El pueblo está furioso", comenta Gisela, "la gente está muy dolida, y el miedo ha crecido. Nadie sabe en quién confiar".

La desaparición de Luján dejó una profunda herida, y aunque las autoridades continúan con la investigación, los vecinos temen que el final sea el que nadie quiere imaginar. 

El ambiente en Río Seco es de tensión y desconfianza, mientras la justicia trata de esclarecer los hechos y dar respuestas a un pueblo que, hasta hace poco, vivía en paz.

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