Una enfermedad que derrumbó una producción de cítricos en Estados Unidos genera preocupación en la Argentina

Se trata del insecto transmisor de Huanglongbing (HLB), que en el Estado de Florida provocó estragos en las naranjas; en la Argentina hay máxima atención y monitoreo en las provincias del NOA ante el abandono de plantaciones de limón.

CÁSCARA DE LIMÓN. Esta era vista como subproducto de menor valor; pero últimamente se le halló múltiples usos. CÁSCARA DE LIMÓN. Esta era vista como subproducto de menor valor; pero últimamente se le halló múltiples usos.
04 Septiembre 2024

El Huanglongbing (HLB) es una enfermedad bacteriana que amenaza a los cítricos a nivel mundial, habiendo causado un impacto devastador en Estados Unidos, especialmente en Florida, donde la producción de naranjas ha disminuido drásticamente. En Argentina, la preocupación crece debido a la detección del insecto vector, Diaphorina citri, en zonas como Tucumán, una provincia clave en la producción de limón. Aunque aún no se ha confirmado la presencia del HLB, la detección del insecto podría cambiar el estatus fitosanitario de la región, generando alarmas en los productores locales.

Recientemente, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) detectó tres casos positivos del insecto en la provincia de Santa Fe, lo cual incrementa los temores en Argentina. Tucumán y Catamarca, que hasta hace poco se consideraban zonas libres de Diaphorina citri y HLB, ahora enfrentan la posibilidad de un cambio de clasificación, lo que complicaría la situación de la industria citrícola en la región del NOA.

El HLB causa la muerte de las plantaciones y aumenta significativamente los costos de producción debido a las medidas sanitarias necesarias para su control. En Florida, la enfermedad ha llevado la producción de naranjas a su nivel más bajo en 100 años. En Argentina, el abandono de plantaciones de limón en Tucumán y Catamarca podría favorecer la propagación del insecto vector, incrementando la vulnerabilidad del sector citrícola, que ya enfrenta serios problemas de rentabilidad y sostenibilidad.

Pablo Padilla, presidente de la Asociación Citrícola del NOA, destacó la importancia de la red de monitoreo y control gestionada en conjunto por la Asociación Fitosanitaria del Noroeste Argentino, el Senasa y las provincias del NOA. Sin embargo, los desafíos son enormes: se estima que entre 11.000 y 12.000 hectáreas de cítricos están prácticamente abandonadas debido a la falta de rentabilidad, lo que podría convertirse en un caldo de cultivo para la propagación de vectores y, eventualmente, del HLB.

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