San Martín de Tucumán lo ganó de manera agónica en Floresta y afianza su paso a la final

El "Santo", que no estuvo tan preciso en el funcionamiento, venció a All Boys 1 a 0, gracias al cabezazo de Iván Molinas.

GRITO DE GOL. Iván Molinas festeja de manera eufórica junto a Gonzalo Klusener y Gustavo Abregú. GRITO DE GOL. Iván Molinas festeja de manera eufórica junto a Gonzalo Klusener y Gustavo Abregú. Foto de Matías Nápoli Escalero/ESPECIAL PARA LA GACETA.

Otro gran paso hacia la final. Jugando bien o jugando mal (o más o menos), San Martín de Tucumán no para de ganar. Y como sucedió en numerosos partidos esta temporada, el equipo de Diego Flores cantó victoria sobre el final, cuando parecía que un empate con All Boys en el estadio "Islas Malvinas" era cosa juzgada.

Pero claro, una vez más, el “Santo” dejó en claro que tiene el plantel de mayor jerarquía en la categoría. Y “Traductor” volvió a encontrar en el banco las respuestas que el once inicial no le brindó durante gran parte del partido.

En ese contexto, y faltando apenas seis minutos para cumplirse el tiempo reglamentario, Iván Molinas se elevó y conectó de cabeza magníficamente un gran centro de Ulises Vera. Ambos protagonistas, hombres de refresco.

Fue un resultado magnífico para San Martín, que de esta forma consiguió neutralizar los efectos de la victoria de su homónimo sanjuanino en Puerto Madryn ante Guillermo Brown más temprano en la jornada, achicando su ventaja en la cima de la Zona A.

El gran desafío para el “Santo” era “disimular” el mal de ausencias que implicaba no poder contar con la potencia y la velocidad de Gonzalo Rodríguez, que se quedó en Tucumán y, sobre todo, con el talento de Matías “Caco” García, preservado en el banco hasta la “hora señalada”.

Y a San Martín el partido le costó. All Boys no respetó los recientes pergaminos de un rival que llegó a Floresta con un invicto de diez partidos. El conjunto de Mariano Campodónico copó el medio campo, se adueñó de la pelota e inquietó varias veces a la visita.

Entonces apareció “San Sand” en toda su dimensión. El arquero y capitán mandó al córner un “fierrazo” de Santiago Gallucci Otero y después el palo izquierdo jugó a su favor, devolviendo un remate de Juan Passaglia.

Pasar, la pasaba bastante mal el equipo de “Traductor”. En la primera media hora no pudo generar más que un par de aproximaciones, con un subida lúcida y profunda de Lucas Diarte y remates de Gustavo Abregú y de Juan Cuevas.

Demasiado poco, aunque algo es cierto: San Martín presionaba alto y daba la impresión que algún error en la salida de abajo del “Albo” podría precipitarse en cualquier momento.

En verdad, los reemplazantes de los lesionados no pudieron aportar demasiado. Lautaro Fedele se esforzó sobre la banda derecha, pero su despliegue no otorgó dividendos. Y Nicolás Moreno, recostado sobre la izquierda, estuvo lejos del gol y de su mejor versión esta temporada, que se dio como sustituto en los segundos tiempos.

Si se tratara de boxeo, bien podría decirse que el anfitrión se había impuesto por puntos en la primera etapa. Pero le faltó asestar un golpe a la mandíbula de la visita. Y dejar vivo a este San Martín suele costar demasiado caro.

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Y tras el intervalo, bien podía esperarse que el “Santo” mejorase, en función de lo actuado en los últimos tiempos: el complemento le suele sentar mejor al equipo tucumano.

Efectivamente, de arranque San Martín mejoró su semblante en los segundos 45, parado unos metros más adelante y con algo más de voracidad. El “Albo”, además, ya no tenía el mismo combustible.

Flores apostó primero a Pablo Hernández y poco después el “Caco” (que curiosamente reemplazó a su compañero homónimo), con la idea de aumentar su caudal de juego. Más tarde, se la jugó por partida triple, con los ingresos de Gonzalo Klusener, Vera y Molinas, una movida que terminó dando sus frutos. En la vereda de enfrente, Campodónico demoró demasiado los cambios, según juzgaban los plateístas.

Y aunque a la visita le costaba encontrar la profundidad necesaria para romper el cero, a medida que avanzaba el cronómetro daba la impresión de que el gol podía caer cual fruto maduro. Y así sucedió, con ese golazo de cabeza que no pudo evitar la estirada de Lisandro Mitre para sentenciar el 1 a 0.

Por momentos pareciera que no hay con qué darle a este San Martín de Tucumán en su camino hacia la final por el ascenso. La tabla lo sigue mostrando siete puntos arriba de San Martín de San Juan, con apenas 15 en juego.

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