Hoy, 23 de septiembre, es un día especial para la Iglesia Católica, que celebra la memoria de varios santos. Entre ellos, destaca Santa Tecla de Seleucia, una joven noble que vivió en el siglo I y que decidió dejar atrás su vida acomodada para seguir a San Pablo y entregar su vida a la predicación del Evangelio. Su historia es un ejemplo de devoción y coraje. Según la tradición, Santa Tecla conoció a San Pablo en la ciudad de Iconio (actual Turquía) durante uno de sus viajes misioneros. Fascinada por las enseñanzas del apóstol, ella optó por abandonar su prometido y su vida acomodada para seguir a Jesús, algo que despertó la ira de su familia y de la sociedad de su tiempo. Aunque fue condenada a morir en la hoguera, logró sobrevivir milagrosamente y, a partir de ahí, dedicó su vida a difundir el mensaje del amor de Cristo.
La figura de Santa Tecla no es la única que la Iglesia honra hoy. También se conmemora la vida de otros santos y beatos cuyas historias inspiran a los fieles a lo largo y ancho del mundo. Entre los nombres del santoral de este día destacan:
San Pío de Pietrelcina, también conocido como el Padre Pío, famoso por sus estigmas y por su vida dedicada al sufrimiento y la oración.
San Lino Papa, que fue uno de los primeros sucesores de San Pedro en la silla de Roma.
San Adamnano de Hy, monje y abad que trabajó en la reforma de la vida monástica en Irlanda.
Beata Bernardina Jablonska y Beata Elena Duglioli Dall’Olio, entre otros, cuyas vidas fueron un ejemplo de fe y entrega.