Es tucumana, vive en el exterior hace 25 años y comparte su experiencia en el tenis femenino

López, luego de ser jugadora, fue seleccionada en el programa del circuito profesional femenino lo que la llevó, además de un proyecto familiar, a radicarse en Estados Unidos.

Es tucumana, vive en el exterior hace 25 años y comparte su experiencia en el tenis femenino

La explicación sobre el origen de su apodo la da en tierras tucumanas: “Mi abuela me puso ‘Coco’ por la bailarina de la película Fama. Nací prematura, y cuando me iban a ver al sanatorio, solo se veían mis pies en la incubadora. Era larga y morena como la bailarina”, relató Mariana López. La extenista de 41 años, por unos días, dejó de ser una tucumana por el mundo para visitar la provincia. Contó sobre su presente ligado al tenis, que la lleva de viaje en viaje, un estilo de vida que a López siempre le gustó. En los últimos años, su centro de operaciones ha estado en Estados Unidos, desde donde sigue fortaleciendo el vínculo con el deporte que, según ella, solo le ha dado alegrías. Comparte esas alegrías con Pablo, con quien formó su familia, completada por sus hijos, Benicio, de 11 años, y Lorenzo, de nueve.

Más allá de la tonalidad de su piel, la heredera del apodo del personaje de la película también heredó la característica de ser muy inquieta, como precisamente lo es una bailarina. El mundo, en comparación, es el salón de baile en el que se desplaza la tucumana, eternamente vinculada al tenis. A López la cautivó, más que cualquier otro rol, el que tiene ahora en el deporte cabecera de su vida. “Lo que más puedo destacar es la importancia de formarse constantemente para realmente poder ayudar a los jugadores a ser lo mejor que puedan”, sintetiza su presente, ya fuera de la competencia hace varios años.  

"Mi trabajo como entrenadora implica enseñar valores y estudiar mucho para obtener las certificaciones que logré a lo largo de mis años en este deporte. Actualmente, en Miami, estoy trabajando en una academia muy reconocida mundialmente: el Biltmore Tennis Center. Allí, ayudo en el área de High Performance, entrenando a jugadores de entre 10 y 15 años. La experiencia es muy desafiante y enriquecedora”, asegura. El programa de la WTA (el circuito profesional femenino) tiene como objetivo principal que cada vez más entrenadoras femeninas tengan la posibilidad de trabajar con los mejores tenistas del mundo. La tucumana fue seleccionada, junto a ocho entrenadoras de Canadá y Estados Unidos, para viajar a los torneos WTA 250, 500 y 1000, con el fin de aprender de las coaches actuales del circuito, además de poder aportar y compartir sus conocimientos y métodos de trabajo.

La tucumana pasó por el circuito femenino de la International Tennis Federation, jugó torneos WTA y también compitió en Interclubes en Alemania y Suiza. Esta vez, su partida de Tucumán fue por un motivo diferente al de otras ocasiones. Hubo una combinación de razones. “También fue un proyecto familiar que habíamos planeado con mi marido hacía más de 10 años, pero no podíamos concretar por un tema de salud. Cuando finalmente tuvimos la oportunidad, con las visas de trabajo de ambos, nos fuimos”, explicó López, quien rápidamente se insertó en el ámbito deportivo en Estados Unidos.

Es tucumana, vive en el exterior hace 25 años y comparte su experiencia en el tenis femenino

Mirando hacia atrás, “Coco” recuerda a la pequeña que empezó a jugar. “Siempre me imaginé ligada al tenis, por eso, mientras jugaba a nivel profesional, comencé con mi carrera como entrenadora desde muy temprano. Pude hacer certificaciones en Alemania, Estados Unidos y Argentina”, detalló la jugadora. La puja interior que López, versión niña, tenía entre la natación y el tenis la ganó el deporte de la raqueta. “El tenis es mi vida”, afirmaba a los 14 años en una nota publicada por LA GACETA con motivo de jugarse un ITF Women’s Circuit. En esa ocasión, “Coco” aprovechó la invitación especial que le dieron para competir, a muy temprana edad, con las profesionales.

En la publicación también aparecen María José Capuano y Mercedes Paz. "Un encuentro con tres generaciones de jugadoras" es el título de la nota. López y Capuano buscaban seguir el camino de una "Mecha" ya profesional, quien se erigió como la tucumana más destacada en el tenis. "Juego desde los ocho años y, cuando no juego, miro todo lo que puedo por televisión porque me apasiona", agregaba en sus declaraciones, acompañadas por la foto en la que posan las tres.

Lo que antes observaba por TV desde algún punto del planeta cuando competía y tenía un momento de descanso, hoy la tiene como protagonista. Ya no tiene tiempo para ver tenis como antes, porque ahora está inmersa en ese circuito de trabajo destinado al desarrollo del tenis femenino a nivel mundial.

Es habitual escuchar a los extenistas de esta parte del mundo que el deporte les quitó algunas cosas. Reniegan y se lamentan por ello. Sin embargo, en el caso de López, el discurso es diferente. Para ella, no es posible diferenciar situaciones negativas y positivas. “Plantear fortalezas y debilidades… no puedo: solo me dio fortalezas”, no dudó en responder. “El tenis fue y sigue siendo el mejor aprendizaje de vida. Practicarlo a nivel profesional, con todo lo que ello implica —años de trabajo, sacrificios no solo míos, sino también familiares, disciplina, vida sana— y la toma de decisiones desde muy chica me ayudaron al momento de ser madre, principalmente”, agregó. Por todo ello, Mariana está siempre agradecida a sus padres. “Alicia y ‘Pelo’, ellos me llevaron a Atlético Tucumán, donde siempre entrené, en el complejo Ojo de Agua. Somos cinco hermanos y todos competimos a nivel nacional. Mi hermana Paula y yo fuimos las que lo hicimos profesionalmente. El esfuerzo que ellos hicieron es impagable”, reconoció López.

Tras visitar y vivir en varios países, “Coco” puede dar una clara visión de cómo ve el mundo a los argentinos en el ámbito deportivo. “Tenemos una imagen de fortaleza y, sobre todo, de ser resilientes: luchadores y difíciles de ganar, dentro y fuera de la cancha”, describió.

No importa la ubicación geográfica cuando se habla del grado de dificultad para desarrollar una carrera profesional en este deporte. En Argentina, Alemania, China y Sudáfrica no hay rango que distinga la complejidad. “En cualquier lado del mundo es dificilísimo ser un jugador profesional. Pienso que nuestro tenis creció mucho en los últimos años. La cantidad de torneos aumentó enormemente, tanto para varones como para mujeres. Eso es un dos más dos: más posibilidades de ganar experiencia y, por supuesto, puntos que te permiten avanzar en el circuito”, analizó la entrenadora.

Si a “Coco” le dan la posibilidad de volver a tener su vida en Tucumán, quizás lo rechazaría. Lo que pasa es que su personalidad está bien ligada a la de la bailarina por la que lleva su apodo. No le gusta demasiado quedarse quieta. “He vivido más fuera del país. Llevo 25 años viajando y compitiendo por Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. Me gusta ir y volver a Tucumán; tengo mi familia ahí, y son la razón por la que más disfruto regresar”, concluyó López. 

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