El virus de Marburgo invade nuevos territorios: aumentan los casos por el brote en Ruanda

El país de África Oriental atraviesa su primer brote de la enfermedad.

Un trabajador médico lleva comida a un paciente aislado por el virus de Marburgo durante el brote en Kenia en 2014. Un trabajador médico lleva comida a un paciente aislado por el virus de Marburgo durante el brote en Kenia en 2014. Foto: Ben Curtis
03 Octubre 2024

El viernes pasado las autoridades sanitarias de Ruanda declararon un brote de virus de Marburgo. Según la Organización Mundial de la Salud, la tasa media de letalidad de la enfermedad oscila en torno al 50%. “El marburgo es una enfermedad rara”, declaró Sabin Nsanzimana, ministro de Salud del país Africano.

La enfermedad es altamente contagiosa y causa una fiebre hemorrágica que puede ser mortal. Si bien no hay vacunas ni medicamentos contra el virus, las muertes se reducen considerablemente si se aplica el tratamiento adecuado a las personas contagiadas.

En Ruanda, las muertes ya ascendieron a 11 y las personas vivas contagiadas a 36, 25 de las cuales están recibiendo tratamiento. Además, el periódico El Mundo informó que dos personas procedentes de Ruanda están en aislamiento en el Hospital Universitario de Hamburgo-Eppendorf en Alemania.

Transmisión y tratamiento del virus de Marburgo

Se considera que el huésped natural del virus de Marburgo es el murciélago de la fruta (Rousettus aegyptiacus, familia Pteropodidae). El virus se transmite de estos murciélagos al ser humano y se propaga entre estos directamente, según explica la Organización Mundial de la Salud.

Por el momento, no se han autorizado tratamientos ni vacunas para luchar contra la EVM. No obstante, la terapia de apoyo mediante rehidratación oral o intravenosa y el tratamiento de determinados síntomas mejoran la supervivencia.

También se podría probar el uso compasivo o mediante acceso ampliado como terapia para la EVM de algunos anticuerpos monoclonales en desarrollo y ciertos antivíricos que se han utilizado en estudios clínicos para tratar el ébola, como el remdesivir y el favipiravir.

Las medidas para contener los brotes consisten en la inhumación rápida, digna y sin riesgos de los cadáveres, la identificación de las personas que puedan haber estado en contacto con alguna persona infectada y su seguimiento durante 21 días, la separación entre las personas sanas y las enfermas para no aumentar la propagación, la atención a los enfermos confirmados y el mantenimiento de una buena higiene y limpieza del entorno.

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