Las cremas para el acné ampliamente utilizadas pueden contaminarse con un carcinógeno conocido, incluso si se mantienen a temperatura ambiente, advierte un estudio reciente. ¿Qué significa esto y qué riesgos tiene para la salud?
Las cremas que contienen peróxido de benzoilo (BPO, por sus siglas en inglés) pueden terminar conteniendo altos niveles de benceno mientras se encuentran en el estante de una tienda o en un botiquín, detallaron los investigadores después de probar 111 productos de los principales minoristas de EE. UU.
El peróxido de benzoilo se degrada en el carcinógeno benceno con el tiempo cuando se almacena a temperatura ambiente, a temperaturas elevadas y cuando se expone a los rayos ultravioleta de la luz solar, informaron los investigadores en la edición del 7 de octubre de la revista Journal of Investigative Dermatology.
Esta es la primera vez que se ha demostrado que los productos de peróxido de benzoilo se degradan en benceno a temperaturas normales, anotaron.
¿Por qué una crema para el acné podría ocultar un riesgo inesperado?
La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) clasifica el benceno como un carcinógeno humano conocido, señalando que aumenta específicamente el riesgo de leucemia.
El peróxido de benzoilo actúa como un agente antibacteriano y se encuentra en remedios de venta libre y cremas recetadas para el acné y la rosácea.
Para el nuevo estudio, los investigadores compraron docenas de cremas para el acné en las principales tiendas minoristas de California, Connecticut, Florida, Illinois, Nueva York y Texas.
“Los 111 productos farmacéuticos de BPO probados en los principales minoristas de EE. UU. parecen estar sustancialmente contaminados con benceno cuando se prueban poco después de ser adquiridos de la estantería”, concluyeron.
Alrededor de un 34% de los productos analizados contenían concentraciones de benceno por encima del límite condicional de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. de 2 partes por millón para los medicamentos, muestran los resultados.
Pero no hay niveles seguros de exposición al benceno, anotaron los investigadores. La FDA dice que el benceno tiene una “toxicidad inaceptable” y que su límite condicional es para niveles “inevitables” de benceno contenidos en productos farmacéuticos “con un avance terapéutico significativo”.
Las pruebas de los investigadores revelaron concentraciones de benceno en los productos de hasta 35,3 partes por millón. Las pruebas también mostraron que la refrigeración puede ralentizar la degradación del peróxido de benzoilo en benceno, apuntaron los investigadores.
“Estos hallazgos sugieren la necesidad de recomendar la refrigeración de los productos de BPO a lo largo de la cadena de suministro, desde la fabricación hasta el uso por parte del paciente, para limitar la exposición al benceno”, señaló Bunick en un comunicado de prensa de la revista. “Hasta que se desarrollen formulaciones para prevenir la formación de benceno, la refrigeración puede servir como una solución práctica para minimizar la exposición innecesaria”.
“Ahora es importante que se realicen más estudios para determinar si la presencia de este carcinógeno potencial en los medicamentos con BPO se traduce en un aumento en el riesgo de cáncer”, añadió Gallo, que no participó en el estudio.