15 Octubre 2024
Las pantallas ya forman parte de nuestra vida cotidiana y tienen efectos de los que no somos totalmente conscientes.
La vida diaria está cada vez más invadida de pantallas. Las actividades que realizamos requieren de forma creciente de la presencia de estos artefactos, ya sea en el ámbito laboral, académico, de esparcimiento y de socialización. Pero su uso excesivo puede tener severas consecuencias sobre nuestra salud.
La mayoría de las personas tienen un teléfono a mano. Muchas otras cuentan, además, con un televisor y algunas más con computadoras. Utilizar estos dispositivos lumínicos pueden dañar, no solo nuestra vista, sino también la salud mental. Es por eso que debemos tener cuidado con las formas y el tiempo que los usamos.
Efectos del uso de pantallas sobre la salud
Tal vez la vista sea el primer aspecto en el que pensamos cuando hablamos de efectos de las pantallas sobre nuestra salud. Pero el cerebro puede ser uno de los órganos que más sufran este tipo de consumo.
Pantallas y ritmos circadianos
El hipotálamo es la región del cerebro que controla el reloj biológico y los ritmos circadianos. Este es el ciclo que se produce en nuestras características físicas y mentales a lo largo de un día y está regulado por la luz de día y la oscuridad de la noche. Por eso utilizar pantallas de forma excesiva puede afectar este aspecto de la salud. Trastornos del sueño, obesidad, diabetes y depresión son las afecciones asociadas a la alteración de ritmos circadianos causada por exceso lumínico.
Desarrollo cognitivo
Pasar demasiado tiempo frente a una pantalla afecta el desarrollo del cerebro y aumenta el riesgo de trastornos cognitivos, emocionales, y trastornos del comportamiento en adolescentes y adultos jóvenes. Las pantallas pueden afectar la atención, la memoria y el aprendizaje, así como el funcionamiento social y la regulación emocional.
Exceso de pantallas y riesgo de Alzheimer
El escrito publicado en la revista Journal of Integrative Neuroscience advierte: “Si los circuitos neuronales que subyacen a las habilidades cognitivo-conductuales esenciales para la inteligencia general y la adaptabilidad a lo largo de la vida están subdesarrollados o anormalmente desarrollados antes de la edad adulta, entonces es probable que estos cambios persistan en la edad adulta temprana y media".
En este aspecto, es probable que quienes utilizan más pantallas sean más vulnerables a la neurodegeneración acelerada en la edad adulta tardía. Este desgaste puede derivar en demencias y hasta en la enfermedad de Alzheimer.
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