18 Octubre 2024
La lumbalgia y la cervicalgia pueden disminuir la calidad de vida.
Siempre que haya una lesión, el primer paso es consultar con un especialista. Este indicará cuáles son los pasos a seguir para aliviar los dolores. Hay pacientes que padecen dolores crónicos de cervical o lumbar que no sufrieron ningún tipo de impacto pero cuya postura o trabajo diario derivó en una lesión. Para ellos, una buena medida es nunca quedarse quietos.
El sedentarismo representa un peligro para la salud en cuanto hace que el cuerpo pierda movilidad, elasticidad y, por ende, capacidad. Los médicos recomiendan hacer, por lo menos, una hora de actividad física diaria, cinco veces a la semana. El ejercicio que necesite una persona, sin embargo, variará según su edad.
La ejercitación física tienen propiedades analgésicas. Además potencia la fuerza y resistencia corporal. Pero, para que un ejercicio tenga efecto, no debe ser sumamente liviano, sino que debe ofrecer cierto desafío al organismo. En simples palabras, debe costarnos sin llegar a ser imposible.
Qué hacer con los dolores crónicos
El doctor Luis Molina Trigueros, de la Fisioterapia y Terapia Ocupacional del Hospital Universitario de Fuenalabrada, España, estuvo en comunicación con el sitio InfoSalus y declaró que las principales dolencias musculares que pueden convertirse en dolor crónico son la lumbalgia, el dolor cervical, de hombros, rodillas y caderas.
"Cada vez hay más demanda de dolor porque nuestros pacientes deben conocer que necesitamos al paciente como un proceso activo para mejorar su proceso de dolor. El paciente debe conocer qué puede hacer para mejorar su dolor, el autocuidado en el campo del dolor y cómo alimentarse. El ejercicio es una pieza fundamental en todo ello", explica.
Las tres claves para tratar el dolor crónico
Descanso. Dormir el tiempo suficiente, ni de más, ni de menos, es esencial para evitar los dolores corporales y las contracturas. También es importante tener en cuenta la temperatura de la habitación y el colchón y las almohadas que utilizamos. A su vez, el descanso correcto acompaña y potencia los beneficios de la ejercitación.
Tipo de ejercicio. La actividad física debe ser divertida y no resultar una carga. Es importante que los pacientes estén motivados y no sufran la ejercitación; de lo contrario, puede ser contraproducente.
Dosis de ejercicio. No tendrán la misma demanda ni la misma capacidad física un paciente que nunca haya realizado ejercicios que uno que los practique asiduamente. Aunque ambos pueden obtener beneficios, parten de una base diferente.
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