Antonia y Manuela Pereira tenían seis años y eran gemelas. Ambas murieron con ocho días de diferencia en la localidad brasileña de Igrejinha, a unos 90 kilómetros de Porto Alegre. Las autoridades sospechan que fueron envenenadas por su propia madre, Gisele Beatriz Dias, de 42 años. La mujer fue detenida.
Manuela falleció el 7 de octubre tras sufrir un paro cardiorrespiratorio. Ocho días después, el 15 de noviembre, Antonia murió por circunstancias similares.
Según dijo al sitio g1 el comandante del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Igrejinha, Graciano Ronnau, que atendió el caso más reciente, Antonia “estaba en paro cardiorrespiratorio y orinaba, los mismos síntomas que su hermana gemela”.
En una primera declaración ante la Policía, el padre afirmó que ninguna de las dos niñas tenía problemas de salud previos. Dijo también que, después de la muerte de Manuela, Antonia fue a una cita médica para ver si le podía pasar algo parecido a lo que había sufrido su hermana.
La similitud entre las dos muertes en tan poco tiempo llevó a la Policía a investigar el caso. Según dijeron las autoridades, no se encontraron signos aparentes de violencia en los cuerpos de las niñas. Se esperan informes del Instituto General de Peritaje (IGP) para identificar las causas de las muertes.
La madre quedó detenida
La mujer fue detenida el 15 de octubre, tras la muerte de Antonia, y acusada de doble homicidio intencional. “Existe la sospecha de que ella cometió un asesinato contra estas niñas”, dijo el jefe de Policía, Cleber Lima.
Los motivos que justificaron la sospecha fueron el corto espacio de tiempo entre las dos muertes; el hecho de que la madre siempre estuvo sola con las niñas en el momento de su muerte; la causa aparentemente idéntica entre ambos decesos.
En una declaración a la policía, Gisele negó haber “hecho algo contra sus hijas” y afirmó que “siempre hizo todo lo que pudo para cuidar y amar a sus hijas”.
En tanto, los médicos que atendieron a las niñas en el hospital informaron a la Policía que sospechaban de una intoxicación por medicamentos o veneno porque ambas padecían hemorragia.
“Se aspiró una gran cantidad de secreción sanguinolenta a través del tubo e incluso por las vías respiratorias superiores, y este hecho llamó la atención, ya que tal condición no es común en una nena de seis años ni en un paro cardiorrespiratorio común, como la cantidad de sangre expulsada. No parecía una infección, sino que parecía haber sido causada por la ingestión de una sustancia medicinal o veneno. Llama la atención que les pasó a ambas hermanas gemelas en un corto espacio de tiempo”, señalaron en un comunicado.
Cleber Lima, responsable de la investigación, dijo estar convencido de que fue la madre quien las envenenó.
“En este momento estamos convencidos de que fue la madre. La mayor probabilidad es que haya sufrido envenenamiento o intoxicación con una dosis muy grande de medicamento o incluso veneno“, agregó y dijo que están esperando los resultados de los análisis toxicológicos que se realizaron a las hermanas.
Además, Gisele le habría puesto alguna vez medicamentos en la comida a su marido y ahora la policía mira con sospechas la misteriosa muerte de tres gatos de la familia.
Problemas psiquiátricos
Según Lima, problemas psicológicos pudieron haber llevado a la madre de los niños a cometer los crímenes: “Los familiares dijeron en testimonio que esta madre en realidad era capaz de hacerles este mal a sus hijas porque estaba completamente desequilibrada. Fue internada en una clínica psiquiátrica, tuvo un brote psicótico hace unos 40 días”, comentó. Luego la mujer “se fue a su casa y terminó cometiendo este error”.
La mujer habría sufrido un shock psicológico tras la muerte de su hijo de 22 años en 2022, en un crimen relacionado con el narcotráfico. A partir de ese momento, “habría dejado de ser una madre amorosa para sus hijas”. En el domicilio familiar se encontraron medicamentos para tratamientos psiquiátricos. En su declaración, Gisele dijo que padecía depresión y que tenía frecuentes pensamientos suicidas.
Un médico que la atendió durante su última internación en un pabellón psiquiátrico declaró a la policía que la mujer tenía “ideas perversas” para sus hijas. Otro informe de salud indicaba que la mujer no mostraba emoción ni preocupación por ellas.
Según Lima, una de las motivaciones del crimen serían los celos de la madre por la buena relación del padre con sus hijas. Profesionales de la educación dijeron a la policía que el padre de las gemelas estaba presente, atento, cariñoso y preocupado por el desempeño de sus hijas, mientras que la madre se mostraba distante e indiferente.
En 2023, en un momento en que estaban separados, la madre de las niñas hizo una falsa denuncia contra su marido por presunto abuso sexual contra sus hijas. Luego “admitió que inventó este hecho únicamente para obtener la custodia de las niñas durante este período”, dijo la policía.