Bolivia sigue paralizada por los cortes de rutas de los seguidores de Evo Morales

Exigen desde hace nueve días "el cese de la persecución judicial" contra el ex presidente, investigado por presunto abuso de una menor cuando era jefe de Estado.

Una estación de servicio cerrada ante la escasez de combustible, este lunes, en La Paz (Bolivia). Foto EFE Una estación de servicio cerrada ante la escasez de combustible, este lunes, en La Paz (Bolivia). Foto EFE
23 Octubre 2024

Bolivia se encuentra semiparalizada debido a los cortes de ruta organizados por seguidores de Evo Morales, quienes exigen el fin de la "persecución judicial" contra el exmandatario. Morales está siendo investigado por presunto abuso de una menor durante su mandato. Los bloqueos en las principales carreteras del país han desconectado Cochabamba de ciudades clave como La Paz, Oruro, Potosí, Sucre y Santa Cruz, lo que ha afectado gravemente la distribución de productos básicos, elevando los precios y provocando largas filas en las estaciones de servicio.

Las protestas han escalado en las últimas horas, con choferes del transporte público bloqueando rutas dentro de La Paz en protesta por la escasez de combustibles. La falta de suministro se debe a los cortes de ruta que impiden la circulación de camiones cisterna, lo que ha dejado a muchos conductores sin poder trabajar. El presidente Luis Arce ha señalado a los seguidores de Morales como responsables de la crisis, al bloquear el transporte y agravar la situación de desabastecimiento.

El conflicto tiene su origen en las tensiones políticas dentro del oficialismo, ya que Morales y Arce, antiguos aliados, están ahora enfrentados por la candidatura presidencial de la izquierda para las elecciones de 2025. Morales acusa a Arce de intentar marginarlo políticamente mediante la apertura de investigaciones penales. Mientras tanto, los manifestantes han intensificado su presión, demandando el reconocimiento de Morales como candidato oficialista y la derogación de leyes impopulares.

Los bloqueos han aumentado de cuatro a 21 puntos desde el inicio de las protestas el 14 de octubre, y los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas policiales se han vuelto recurrentes en varias zonas del país. En algunos casos, la policía ha utilizado gases lacrimógenos para despejar las rutas, pero la tensión sigue alta. La situación judicial de Morales, en torno a la cual la fiscalía no ha emitido novedades, sigue siendo el punto clave del conflicto.

Además de la crisis política, los bloqueos agravan la ya frágil situación económica de Bolivia. Según el Ministerio de Economía, las pérdidas por los cortes de ruta ascienden a 81 millones de dólares. La inflación interanual de septiembre fue del 6,2%, la más alta desde 2014, y la interrupción de las rutas entre los principales polos económicos del país amenaza con empeorar aún más el panorama.

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