El Gobierno habilitó esta semana a las obras sociales y a las prepagas a limitar la entrega de recetas y órdenes de estudios a los afiliados de planes médicos cerrados.
Según se dispuso, en esta medida para mitigar riesgos financieros, solo profesionales en cartilla pueden prescribir medicamentos y tratamientos para que los pacientes puedan solicitar la cobertura, subsidio o reintegro de prácticas médicas y remedios.
Mario Koltan, titular de la Cámara de Prepagas de Tucumán, habló en LG Play y despejó algunas dudas sobre el tema.
“Lo que se pretende con estas medidas es ordenar el funcionamiento del sistema de salud. Argentina gasta cada vez más en medicamentos y menos en prestaciones médicas. Hay un problema de recursos mal aprovechados”, explica Koltan.
Uno de los capítulos del decreto es la prescripción de medicamentos. A partir de entrado en vigencia, los médicos que deban prescribir remedios de alto precio, deben estar en la cartilla de la obra social. “Lo que no está aclarado aún es a partir de qué monto un remedio es considerado de alto precio. Estos medicamentos serían normalmente los que suman $20.600.000 anuales, pero actualmente hay algunos que valen $40.000.000”, aclara el titular.
No necesariamente el profesional que prescriba una medicación debe trabajar con la obra social. Dice Koltan que “el problema radica en el tipo de medicamento que se recete, si éste es de alto precio, el afiliado deberá ir a la prepaga para que le autorice el remedio. En las patologías que necesiten tratamientos de alto precio, las personas deberán tener la autorización y tendrá que ser prescrito por un médico en cartilla de la especialidad requerida.
¿Cuál es la situación de las farmacias? El presidente de la Cámara de Prepagas de Tucumán lo explica así: “Tienen un sistema con cada obra social o con cada empresa que cuando uno va a comprar un medicamento si el afiliado no está dentro del sistema de descuento la farmacia no le vende o pide autorización y la farmacia vende con la autorización de la obra social o de la empresa de medicina prepaga. En definitiva, quién tiene la responsabilidad es la obra social o la prepaga, no la farmacia”.
Los monotributistas
Otro punto involucra a montributistas. Normalmente, éstos se podían inscribir en cualquiera de las 291 obras sociales registradas. Pero, “a partir de la resolución de esta semana, van a tener una nómina a disposición con prestadoras que aceptarían la incorporación de pequeños contribuyentes”, explica Koltan. Aquellos monotributistas que ya tienen una relación preexistente con prepagas, podrían seguir sosteniendo la cobertura, pero todavía no está claro quién atenderá a los nuevos afiliados.