Los gremios aeronáuticos caen en el error de considerar arbitraria e ilegal la decisión del Gobierno de declarar la actividad aérea como esencial. El derecho a realizar una protesta laboral de parte de los trabajadores sindicalizados es considerado legítimo, siempre que no transgreda los límites que impone la ley. Cuando las medidas gremiales se exceden en el uso de sus atribuciones, se convierten en un acto ilícito. Por los graves hechos ocurridos el miércoles 6 de noviembre, es sumamente necesario que un juez tome cartas en el asunto para que, luego de investigar lo sucedido en Aeroparque y Ezeiza, juzgue y sancione a los responsables. Los sindicalistas deberán responder por las diversas dificultades que le causaron a los viajeros. ¡La gente merece que se la respete.
Hugo Modesto Izurdiaga