Es dificilísimo ser Maestro en el tenis. En damas y en caballeros para serlo, hay que terminar en el ranking que se publica en la última semana de octubre entre los ocho mejores del año y ganar cinco partidos. Así se llega a obtener el segundo torneo en importancia, luego de los tres Majors (Australia, Francia, Inglaterra y Estados Unidos) que se juegan en la temporada.
El lunes comenzará el de 2024 en Turín, Italia. Horacio Zeballos, en dobles junto al español Marcel Granollers, será el único argentino en competencia. Hace cuatro años que un argentino no llega al último torneo del año; el último fue Diego Schwartzman.
Como es tan complicado y exigente, no es llamativo que en 2005, David Nalbandian el último argentino que lo ganó (con Guillermo Vilas forma parte de la lista selecta de tenistas "albicelestes" que lo ganaron) hubiese respondido lo que contó tras ser el campeón de esa edición. "Yo de suplente no iba ni en pedo, menos a Shanghai", contó en varios reportajes posteriores.
El torneo que entonces tenía como sede la capital China, a casi 20.000 kilómetros de Unquillo donde "El Rey David" ya estaba de vacaciones, el cordobés estaba a punto de irse a un lugar casi imposible de rastrear. Algunos jugadores empezaron a retirarse del torneo. Primero fue el ruso Marat Safin, luego el australiano Lleyton Hewitt y con la baja del estadounidense Andy Roddick, es que se produjo lo que motivó a Nalbandian a atravesar medio planeta para jugar al tenis y no irse a pescar. "Volví a Córdoba un jueves, me llamaron un lunes y el martes a la noche viajé; se empezaba a jugar el domingo siguiente", rememoró Nalbandian. "Jugué el primer partido contra Roger Federer y me acuerdo de que le pedí a la organización que, por favor, me programaran temprano porque a partir de las cuatro de la tarde, con el cambio de horario, andaba a los cabezazos, mal. Y había llegado a último momento. Fue todo increíble", agregó.
Los partidos
Esos detalles se conocieron luego de que en el O2 Arena de Londres, el cordobés levantase el elegante trofeo para coronar una semana perfecta, a la altura de un Maestro. Empezó mal perdiendo con Federer, pero con buenas sensaciones. Todo un parámetro para sentir que, si bien hacía casi dos semanas no agarraba una raqueta, la "memoria física" tenía una buena reserva. Después derrotó al santafesino, Guillermo Coria, y después al croata, Iván Ljubicic. En semifinales eliminó al ruso, Nikolay Davydenko, y en la final se tomó revancha de Federer en un partido tan dramático como disfrutable. Los cinco sets fueron de altísimo nivel y quedaron para el cordobés por 6-7 (4-7), 6-7 (11-13), 6-2, 6-1 y 7-6(7-3) luego de jugar 4h33'. Federer llegaba con un estado óptimo tras 35 victorias consecutivas y haber ganado 24 finales seguidas.
"Lo pondría dentro de los mejores cinco. Quizá no por nivel, porque fue un partido raro, pero sí por la final del Masters, por Federer y por todo el ambiente", describió Nalbandian. La relevancia de aquel logro toma mayor impacto porque Nalbandian viajó sin entrenador (su mánager, Carlos Costa, ex jugador fue quién de alguna manera cumplió ese rol). Su mamá, Alda, y su pareja completaban su equipo.
El viaje de pesca a Río Pico, al sur de Esquel, quedó suspendido en 2005. Nalbandian se descolgó la mochila de pesca, la reemplazó por el raquetero y, con raqueta en mano, "pescó" el mejor título e su carrera.