Cartas de lectores: Hamas y los niños escudo

22 Noviembre 2024

Es falso que en el conflicto de Gaza el 70% de los muertos sean niños. La realidad y sentido común demuestran todo lo contrario: según la mayoría de las agencias informativas no musulmanas, más del 80% de los muertos en el conflicto son los propios terroristas de Hamas, aún a pesar de su ocultamiento en centros de salud, viviendas o en su enorme red de túneles que bien podrían servir para cobijar a niños y mujeres en vez de exponerlos inescrupulosamente en el frente de batalla. Es sabido, además, que los estados árabes vecinos no admiten a los palestinos en su territorio (ni aun a los niños); optaron, en cambio, por dejarlos encerrados en la franja para mostrarlos ante el mundo como víctimas del “sionismo” (y del mundo libre). ¿Y los niños y niñas usados como bombas humanas para matar civiles (hombres, mujeres y niños ) en todo el mundo? De esto no se habla. No hay que olvidar, además, que fueron precisamente ellos -los terroristas- los responsables del actual conflicto a través del brutal asesinato de colonos israelíes y la toma de rehenes. Y que fueron los propios países árabes quienes, tras sucesivas derrotas, comenzaron con actos terroristas e intifada, una guerra permanente de la que habían sido sus iniciadores al no haber aceptado la fundación del actual estado de Israel. Por otra parte, y paradójicamente, es en las propias Naciones Unidas donde los peores dictadores del islam levantan ahora la voz para escupir en la cara a Israel y al occidente “cruzado”. Decía Winston Churchill que “con el totalitarismo no existe el diálogo ni el pacto ni el apaciguamiento. Al totalitarismo  no se lo convence, se lo vence“. En la Torah hebrea existe una frase que es toda una premonición: “si tu enemigo quiere matarte, créetelo“. El Islam es una doctrina atribuida a un hombre llamado llamado Mahoma Abdullah, que vivió en el siglo VII y que es considerado el profeta. Muchos de sus seguidores son personas pacíficas; no todos los musulmanes son fanáticos, y tienen perfecto derecho a ser fieles a sus creencias. Pero dentro del Islam hay un movimiento intransigente que rechaza las libertades democráticas y pretende destruirlas. Tales islamistas intentan convencer a otros creyentes sobre cuál es la mejor forma de vida. Hay culturas que pareciera que hubieran sido hechas para el dolor y la guerra (“el Corán es nuestra espada y el martirio nuestro deseo”, decía Hanan Al-Banna). No obstante, es de esperar que algún día sea la libertad la que gobierne el mundo, y sobreponiéndose a tanto fundamentalismo, permita que la sociedad se organice pacíficamente. Solo entonces, y con inevitables reservas, todo ser estará contento de existir.

Arturo Garvich

Las Heras 632 - San Miguel de Tucumán

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