Luego de interminables y desgarradoras audiencias, durante el juicio celebrado en Aviñón, en el sur de Francia, la fiscalía francesa solicitó una condena de 20 años de prisión para Dominique Pelicot, acusado de drogar a su ex esposa Gisèle durante una década y permitir que desconocidos la violaran en su propio hogar. Los actos fueron calificados como “abyectos” por la fiscalía.
Este caso, que conmocionado al mundo entero y se encuentra en su etapa final, podría dictar penas para los 51 acusados, uno de ellos juzgado en rebeldía. Se espera que este proceso clave se extienda por tres días. “Lo que está en juego no es solo una condena o una absolución, sino un cambio fundamental en las relaciones entre hombres y mujeres”, afirmó el fiscal Jean-François Mayet al inicio de los alegatos finales. Por su parte, la fiscal Laure Chabaud expresó que “20 años (...) es a la vez mucho y muy poco. Demasiado poco teniendo en cuenta la gravedad de los actos cometidos y repetidos”.
Tras 11 semanas de audiencias, la solicitud de las penas coincidió con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Antoine Camus, abogado de la víctima, destacó la importancia de celebrar el juicio de manera pública para que “la vergüenza cambie de bando”. En ese sentido, el fiscal enfatizó: “Tenía usted razón, señora. Las últimas semanas han demostrado lo importante que son estas difusiones para que la vergüenza cambie de bando”.
Gisèle Pelicot, de 71 años, se ha convertido en un ícono feminista tras el caso. “Estoy muy emocionada”, declaró al llegar al juicio, que ha sido cubierto por 138 medios, 57 de ellos internacionales.
Dominique Pelicot, la bestia que sometió a violación grupal a su mujer durante una década
Dominique Pelicot, quien estuvo casado con Gisèle casi medio siglo y es padre de sus tres hijos, confesó los crímenes. Durante el juicio, intentó desvincular a los demás acusados, algunos de los cuales afirmaron creer que participaban en juegos sexuales consensuados. Sin embargo, la fiscalía subrayó: “En 2024, ya no se puede decir: ‘Ella no dijo nada. Estaba de acuerdo’. Es algo de otra época”. Para Chabaud, los acusados no podían ignorar la falta de consentimiento ni justificar sus actos en un supuesto acuerdo con el marido.
El resto de los acusados, de entre 26 y 74 años, también enfrentan penas de hasta 20 años de prisión por violación agravada. Jean-Pierre M., de 63 años, único acusado que no violó a Gisèle, podría recibir 17 años de prisión por agredir sexualmente a su propia esposa utilizando métodos similares.
Antes del veredicto, programado para el 20 de diciembre, las defensas presentarán sus argumentos finales hasta el 13 de diciembre. La primera en hacerlo será Béatrice Zavarro, abogada de Dominique Pelicot, quien afirmó que su cliente está “destrozado”. “No es fácil para nadie escuchar que se pidió una pena de 20 años de prisión en su contra”, dijo.
El juicio también ha tenido un impacto significativo en las recientes manifestaciones en Francia contra la violencia de género, donde miles exigieron mayores esfuerzos legislativos para proteger a las mujeres. Bernadette Teyssonnière, de 69 años, quien asistía al juicio, lamentó que “muchos hombres vean esto como un simple suceso, sórdido, pero sin más”.
El alcance del caso ha trascendido fronteras. Durante un encuentro con el presidente Emmanuel Macron, la presidenta de la Cámara de Diputados, Karol Cariola, destacó la “valentía y dignidad” de Gisèle, calificándola como una “ciudadana común” que ha dado “una lección al mundo”.