Marchan en silla de ruedas para agradecerle a la Virgen del Valle

La historia de Héctor Barrionuevo e Iván Ibrahim habla de la calidad de las promesas de tucumanos que ya marchan hacia Catamarca para cumplir con sus promesas el domingo.

PROMESANTES. Héctor René Barrionuevo junto a su hermana Noelia y su primo Juan, camino a Catamarca. PROMESANTES. Héctor René Barrionuevo junto a su hermana Noelia y su primo Juan, camino a Catamarca. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL

La vieja traza de la ruta nacional 38 se transforma en estos días en un poblado circuito de peregrinos que marchan a rendir tributo a la Virgen del Valle, en la capital catamarqueña. El próximo domingo es el día de la imagen sagrada que será adorada en la catedral de la vecina provincia. Una legión de mujeres, hombres y hasta niños rumbean hasta ahí a pie, en bicicletas o en motos con el afán de cumplir promesas, agradecer por la salud, el trabajo, o simplemente en demostración de fe que llegan a sorprender.

En algunos casos esta se constituye en un desafío titánico frente a alguna limitación psicomotriz. Es lo que tiene asumido Héctor René Barrionuevo, de 33 años y con una hemiplejia que lo obliga a movilizarse en silla de rueda desde hace varios años. Es el medio con el que se traslada en estos días a visitar a la “Virgen Morena”. El domingo partió desde San Miguel de Tucumán y se propone llegar este viernes a San Fernando del Valle de Catamarca.

Avanza a ritmo acelerado acompañado de su hermana Noelia y su primo Juan Centeno, que van a su lado trotando. “Esta peregrinación la vengo haciendo desde hace 12 años. Es una forma de expresar mi fe a la virgen y además dejar un mensaje a los que tienen algún tipo de discapacidad. Que el camino puede ser pesado y complicado, pero cuando uno se propone se llega”, manifestó Héctor.

El hombre marcha por la ruta 38 resguardado por una ambulancia que va detrás de él con un ulular intermitente. La gente se acerca a Héctor para dejarle papeles con pedidos o súplicas. La mayoría lo saluda con aplausos o una palmeada en la espalda. “Alegra y ayuda a seguir adelante el estímulo que te brinda las personas que se juntan a la orilla de la ruta a dar aliento a los peregrinos”, sostuvo.

POSTAS. Pusieron carpas para asistir a los que marchan a Catamarca. POSTAS. Pusieron carpas para asistir a los que marchan a Catamarca.

No solo Barrionuevo conmueve con su desafío, sino también Iván Ibrahim, de 19 años, de Villa La trinidad. También padece una hemiplejia congénita y el sábado a las 19 partió en una bicicleta adaptada hacia Catamarca. “Era un largo anhelo hacer esta peregrinación. Marcho por primera vez y sé que va a ser duro recorrer más de 200 kilómetros. Pero estoy seguro que voy a llegar porque me siento muy entusiasmado y con la compañía de mis parientes y amigos”, dijo antes de partir. “Esta es una forma de agradecer a la virgen porque me ayudó a salir adelante”, añadió. Iván llegó ayer a Catamarca en medio de los aplausos y abrazos de quienes lo esperaban. “Es una enorme alegría la que estoy viviendo. Lo que hice es casi un milagro”, remató emocionado.

Postas

El cielo nublado y el descenso de temperatura contribuyeron a hacer menos tortuosa la marcha. Además la ruta de los peregrinos dispone de postas de asistencia en casi todas las ciudades y pueblos que se encuentran entre Famaillá y Rumi Punco. En estas se pueden hidratar, alimentarse, descansar y recibir asistencia médica. En el puesto de Aguilares, el martes se registró el paso de más de 500 promesantes. Algunos provenían de Tafi del Valle y Las Estancias. La cifra se incrementará, según se prevé, a medida que se aproxime el domingo.

“Algunos llegan con llagas en los pies o deshidratados. Pero rápido se reponen aquí”, dijo la enfermera María Rosa Sánchez, del puesto instalado por la municipalidad. En Río Chico hay dos postas: una instalada por la comuna de Santa Ana y otra por la Corriente Clasista y Combativa (CCC).

En la posta de Aguilares, Manuel Concha, Rubén Rodríguez, Fernando Luna y Rubén Rivadeneira, de San Miguel de Tucumán, se exhibían felices de poder realizar una nueva travesía. “Somos amigos, nos conocimos en el camino hace algunos años y siempre mantenemos la fe y el entusiasmo para ir a visitar a la virgen”, dijeron. Este año se incorporó al grupo Juan Carlos Véliz, de Buenos Aires. “Vengo por primera vez a cumplir una promesa. La compañía de estos muchachos es muy importante. Uno solo la marcha se hace más difícil. El entusiasmo y alegría que irradian contagia y hace el camino más corto” sostuvo.,,,

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