Desde su estreno mundial hace veinte días, Wicked, la adaptación cinematográfica del musical de Broadway basado en una novela inspirada en El mago de Oz, se transformó en un éxito de taquilla y de crítica global. Un fenómeno que trajo consigo algunas consecuencias esperables y otras algo más sorpresivas. Con la temporada de premios en plena fase inicial muchos anticipan que Cinthya Erivo y Ariana Grande, las protagonistas del film dirigido por Jon M. Chu podrían recibir nominaciones para los galardones más importantes de Hollywood e incluso llevarse algún premio Oscar. Lo que pocos imaginaban era que el suceso de la película, cuya segunda parte se estrenará en noviembre de 2025, impulsaría la venta más alta de memorabilia fílmica en la historia del cine. Ayer, un par de los zapatos rojo rubí usados por Judy Garland en el film El mago de Oz, de 1939 se vendieron en una subasta por 28 millones de dólares.
De hecho, el comprador, anónimo, deberá pagar 32, 5 millones que cubren el valor de los zapatos y su “entrada” para participar del evento que organizó Heritage Auctions, la empresa que maneja buena parte de las colecciones de objetos del pasado de la industria del cine. Se cree que para la filmación de El mago de Oz se crearon entre cinco y siete pares de los famosos zapatitos rojos que usaba Dorothy (Judy Garland) para recorrer el famoso camino amarillo y los que finalmente le permitían volver a su casa en Kansas. Con el paso de los años, los coleccionistas se obsesionaron con encontrar los cinco pares que habían sido autentificados como parte del vestuario original de la película. Uno de ellos forma parte de la exhibición del Museo Nacional de Historia Americana en Washington, D.C.; otro fue adquirido en 2012 por Leonardo DiCaprio y Steven Spielberg por más de dos millones de dólares, para luego donarlo a la colección del Museo de la Academia del Cine y se cree que un tercero forma parte de la colección privada de un fanático del film.
En el caso de los zapatos vendidos ayer, puede que su elevado precio de venta final haya estado motivado no solo por el resurgimiento de todo lo relacionado con El mago de Oz gracias a Wicked sino también con su propia accidentada historia. Es que este par formó parte durante años de la exhibición del museo dedicado a Judy Garland en su ciudad natal, Grand Rapids, Minnesota, hasta que en 2005 fueron robados junto a otra memorabilia de la recordada estrella. Finalmente, en 2018, tras recibir una pista anónima el FBI logró recuperar los zapatitos que luego fueron autentificados por el museo Smithsoniano, lo que permitió que pudieran subastarse ahora.
Creados por el famoso diseñador de vestuario Adrian especialmente para la película, los calzados tenían taco bajo, estaban confeccionados con seda roja, cubiertos con lentejuelas del mismo color y terminados con un pequeño moño. Aunque cada par se usó para diferentes escenas durante el rodaje y hasta se cree que algunos se hicieron para que los usara la doble de Garland, y por ende nunca fueron parte del atuendo original de Dorothy, lo cierto es que la casa de subastas confirmó que los zapatos vendidos ayer sí aparecieron en pantalla.
Hasta ayer, el objeto de la historia de Hollywood que se había subastado a mayor precio era el vestido blanco que usó Marilyn Monroe en el film La comezón del séptimo año, que se vendió por 5.52 millones de dólares en 2011 y formaba parte de la colección de la actriz Debbie Reynolds.
Lo cierto es que los zapatitos rojos no solo integran el glorioso pasado de la industria del cine sino que su sola existencia dio cuenta de la constante evolución de sus formas. En la novela original de L. Frank Baum, escrita en 1900, el autor describe al calzado que Dorothy usa durante sus aventuras en la tierra de Oz como zapatos plateados. Sin embargo, al adaptar el libro para la gran pantalla en 1939, el guionista Noel Langley propuso que se retrataran en rojo rubí para aprovechar el novedoso sistema de procesamiento del film en Technicolor, que empezaba a usarse en las películas de esa época.
Así, los famosos zapatitos mágicos que hacen posible que Dorothy regrese a casa son también una huella tangible de la historia del cine a la que ahora contribuyeron con un nuevo capítulo. Es que si bien en Wicked se cuentan los hechos ocurridos antes de que la chica de Kansas llegara a la tierra de Oz, el calzado vuelve a hacer una aparición estelar y aunque lucen plateados, como los imaginó Baum y los recreó Gregory Maguire en la novela en la que está basado el musical, se sabe que en la segunda parte que se verá el año próximo su poder estará en primer plano captando todos los colores del espectro, incluso el inolvidable rojo rubí de antaño.