12 Diciembre 2024
FELICES. Rodolfo Ibáñez (derecha) con la camiseta de Central Córdoba, junto a su amigo Rubén Díaz, contento por el logro de Foto: Joel Katz / La Gaceta
Son horas de fiesta en Santiago del Estero. ¿La razón? El título de Central Córdoba en la Copa Argentina, que significa la primera consagración de un equipo santiagueño a nivel nacional. Por eso, en la provincia vecina ya está todo listo para recibir al plantel campeón, que llegará en las próximas horas.
Las calles dan indicios del momento histórico que está viviendo el fútbol santiagueño. Diferente a lo que pasó en la previa de la final de ayer, se pueden ver en el centro de la ciudad varios fanáticos con camisetas puestas. La felicidad en sus rostros es indisimulable; las charlas, en gran medida, son sobre la final de anoche ante Vélez.
Algunos hinchas, incluso, ya están en los alrededores de la Plaza Libertad, donde ya hay un operativo de seguridad preparado. Este será el punto cúlmine de la caravana del plantel campeón, que llegará a la provincia alrededor de las 13, pasará por Casa de Gobierno, y luego, sí, festejará con sus hinchas. Muchos de los fanáticos están en las inmediaciones del Alfredo Terrera, ya que allí llegaron los colectivos que volvieron de Santa Fe.
TODO LISTO. El operativo policial, a la espera de la llegada del plantel de Central Córdoba. Foto: Joel Katz / La Gaceta
La emoción a pleno en los hinchas de Central Córdoba
En un banco de la plaza, Rodolfo Ibáñez y Rubén Díaz charlan sobre la final. Ibáñez, con la camiseta de Central Córdoba. "Es un orgullo, toda mi familia es hincha de Central. Mi hermano jugó ahí, era número dos", le contó Ibáñez a LA GACETA.
"Yo soy hincha de Güemes", reveló Díaz. Sin embargo, aseguró que toda la comunidad futbolera santiagueña está contenta por el logro del "Ferroviario". "Tuvimos 100 años de muchas frustraciones", indicó.
Ambos esperaban ya, un par de horas antes, la llegada del plantel. "No veo la hora de que lleguen. Se me van a caer unas lágrimas", indicó Ibáñez, visiblemente emocionado por el logro de su equipo.
En Santiago del Estero, el clima festivo es total. Y tendrá su momento de éxtasis cuando Omar De Felippe y sus dirigidos lleguen a la ciudad, con trofeo en mano.
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