La crisis de Manchester United trasciende lo deportivo y pone en evidencia problemas graves en Old Trafford. La reciente derrota 3-0 contra Bournemouth dejó al equipo en la parte baja de la tabla, pero también desató polémicas sobre el estadio, que recibió una calificación de higiene alimentaria de solo dos estrellas, lejos del máximo de cinco.
Además, se reportaron múltiples goteras y la presencia de excrementos de ratones en áreas destinadas al público y suites corporativas, lo que generó preocupación entre hinchas y autoridades. Incluso, un roedor fue visto en el campo durante un partido de la Europa League contra Bodø/Glimt.
La ubicación del estadio, entre un canal y una vía férrea, facilita la proliferación de plagas, problema agravado por la basura de los 74.000 asistentes promedio y las bajas temperaturas del invierno, que llevan a los roedores a refugiarse en el lugar. Aunque el club intensificó sus medidas, incluyendo visitas frecuentes de controladores de plagas, los esfuerzos no han logrado solucionar completamente la situación. Por fortuna, las áreas de preparación de alimentos no se vieron afectadas, según las autoridades.
Este no es un problema nuevo: en 2015 ya se reportaron roedores en tribunas y oficinas, y más recientemente, el club fue criticado por servir pollo crudo en un evento corporativo. Además, el estadio, inaugurado en 1910, presenta deterioros estructurales evidentes, como goteras durante conferencias de prensa. La directiva de Sir Jim Ratcliffe evalúa una renovación total o la construcción de un nuevo estadio para solucionar estos problemas.
Una gotera en Old Trafford interrumpe la rueda de prensa de Ruben Amorim con el Manchester United. Tremendo: pic.twitter.com/wRbb0U9Dq3
— Futbol de Inglaterra (@Mercado_Ingles) December 23, 2024
La realidad de otros clubes de la Premier League
En contraste, la mayoría de los clubes de la Premier League tienen instalaciones con calificaciones de cinco estrellas, un estándar clave para garantizar la seguridad de los aficionados y preservar la reputación de los equipos en una liga de élite.
En lo deportivo, el panorama también es complicado. Bajo la dirección de Ruben Amorim, el equipo solo ganó dos de sus últimos seis partidos y se ubica en la posición 13 de la Premier League, a 10 puntos del descenso.