Navidad solidaria: "No se den por vencidos", el mensaje del hombre que perdió su trabajo, fue diagnosticado con tuberculosis y quedó viudo

Con tan solo 39 años, Cristian Monje tuvo que superar todo tipo de obstáculos para mantenerse en pie, algo en lo que colaboró el evento de Nochebuena en la Plaza Independencia.

NAVIDAD DIFERENTE. Las mesas en frente de la Catedral, llenas de gente para pasar Nochebuena. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ NAVIDAD DIFERENTE. Las mesas en frente de la Catedral, llenas de gente para pasar Nochebuena. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ
25 Diciembre 2024

En la calle, la esperanza puede parecer un lujo inalcanzable. Pero para Cristian Alberto Monje, la esperanza es lo que lo mantiene en pie. A pesar de enfrentar numerosas dificultades, entre ellas, enfermedades graves, el estar lejos de su familia y la pérdida de su esposa, sigue adelante con determinación y optimismo siendo su historia un ejemplo para no rendirnos. Ayer se realizó la décima edición de “Una Navidad Diferente”, una cena solidaria en la que asistieron entre 1.000 y 1.500 personas en situación de calle y vulnerabilidad en la que pudimos conocer un poco sobre de su vida.

Entre las personas que asistieron al evento se encontraba Cristian Alberto Monje, un hombre de 39 años, oriundo de Río Grande, Tierra del Fuego. Era empleado en transporte de caudales y valores y tras un accidente laboral tuvo que verse obligado a dejar de trabajar cobrando una jubilación mínima.

Un momento más que difícil

En 2017 le diagnosticaron tuberculosis meníngea, tuberculosis ganglionar y tuberculosis intestinal, los médicos no le daban más de dos días de vida pero sin embargo, pudo salir adelante con tratamientos y medicamentos. Su esposa falleció debido a la leucemia, quedando sólo con dos hijos, a quienes tuvo que dejar hace cinco meses en Tierra del Fuego con su madre para venir a Tucumán tras recomendación de su médico y poder ser operado debido a una osteonecrosis de rodilla. Estando acá tuvo que dormir cuatro días en el hospital esperando poder conseguir un turno y ser atendido, sin embargo, no le pudieron dar una solución y le recomendaron utilizar silla de ruedas para poder moverse pero, debido a su falta de recursos, sólo está utilizando muletas, poniendo en riesgo su salud.

ESPERANZADO PESE A TODO. El fueguino Cristian Alberto Monje superó todo tipo de obstáculos, pero nada le quita su sonrisa. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ ESPERANZADO PESE A TODO. El fueguino Cristian Alberto Monje superó todo tipo de obstáculos, pero nada le quita su sonrisa. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ

Cristian fue asaltado hace una semana, le robaron su celular y su billetera por lo que ahora está incomunicado con su familia y tampoco consigue reunir el dinero para los pasajes y así poder volver a su hogar, de forma que ahora está viviendo en situación de calle. “Antes era soberbio, prepotente, me llevaba el mundo por delante, que es algo que estoy trabajando en mí para cambiar, que decía yo puedo. Tuve mi auto, mi casa, mis hijos, mi mujer y Dios me quitó la soberbia, Dios me quitó de la manera más terrible la soberbia.” - comenta.

Actualmente está siendo hospedado en el albergue “El Andén”, donde puede pasar la noche, durante la mañana visita el hogar “María Belén” donde va a almorzar y realizar distintas actividades recreativas. Pasado el mediodía se dirige a la terminal de ómnibus a esperar hasta para poder ingresar nuevamente al albergue. Pasa todo su día trasladándose de un lugar a otro apoyándose en sus muletas. “Lo único que me calma el dolor es fumar, no sé si es psicológico pero es lo único que me calma el dolor, los pies los tengo reventados, todo el día caminando, no descanso bien porque no duermo bien, no se lo recomiendo a nadie”. Cristian cuenta que al albergue entran a las 21 y deben salir a las siete de la mañana, por lo que anda la mayor parte del día en la calle.

Llegó a “Una Navidad Diferente” gracias a personas que conoció en la calle y quienes le hicieron compañía en esta Navidad. Su mayor deseo es poder volver a su hogar y reunirse con su familia, quienes son su mayor sostén para seguir adelante. A todas aquellas personas que enfrentan un momento difícil les aconseja: Que nunca se den por vencidos, que siempre la peleen porque el día que se mueran no la van a pelear más y tienen que dar siempre el ejemplo de no drogarse, no tomar alcohol o si toman siempre haganlo con conciencia, no es para agarrar un auto y salir a la ruta, porque he visto muchísimos accidentes y la droga te hace perder el control, te hace ser cualquier delincuente, es cometer cualquier delito”.

En un momento de la noche, el Monseñor Carlos Sánchez tomó la palabra para dar la misa y Cristian escuchaba atento. Tenía que ver con su historia. "Que el Señor los ilumne, los llene de su gracia de su amor y paz. Que el Niño Dios nos inunde con su alegría y misericordia y que la bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre cada una de las familias tucumanas", dijo Sánchez, minutos antes.

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