El incidente ocurrido este miércoles 25 de diciembre, en el que dos diplomáticos rusos se negaron a realizar un test de alcoholemia, generó una pronta respuesta por parte de la Embajada de Rusia en Argentina.
La sede diplomática calificó el hecho de “grave violación del derecho internacional”, subrayando que la inmunidad diplomática de sus funcionarios fue infringida.
Alexander, primer secretario de la Embajada, expresó a través de un comunicado: “De acuerdo con la Convención de Viena, los diplomáticos no pueden ser objeto de detenciones o registros. Lo ocurrido es una grave transgresión de esas normativas”.
Uno de los diplomáticos involucrados fue Cardmath Solomatin, codirector de la Casa de Rusia en Buenos Aires, quien fue retenido en un control en Avenida Libertador y Avenida Callao, en la Capital Federal, tras negarse a soplar el alcoholímetro.
El otro implicado, Sergei Baldin, también se resistió a realizarse el test y se quedó en su vehículo, lo que llevó a su traslado a la Embajada de Rusia bajo escolta policial.
En el Ministerio de Seguridad nacional informaron que, en colaboración con la Cancillería, tomaron las medidas pertinentes, enviando personal del departamento de Seguridad Diplomática de la Policía Federal para garantizar el cumplimiento de la Convención de Viena y las leyes que regulan las relaciones diplomáticas.
Según fuentes oficiales, Baldin fue el primero en ser intervenido, mientras que Solomatin se sumó poco después al incidente. En ambos casos, los diplomáticos finalmente presentaron la documentación correspondiente ante la Embajada, que la entregó a las autoridades pertinentes.