Se habla de la basura espacial que son satélites en desuso, restos de cohetes y de satélites, hasta herramientas que perdieron los astronautas en sus caminatas espaciales. Muchas de estas piezas no son peligrosas para el hombre en su vida cotidiana, pero si son un problema para las naves espaciales y varios países están desarrollando proyectos para retirarlos. Ninguno está avanzado como para empezar a ejecutarlo. Mucha de la basura espacial está registrada y se sabe en donde se encuentra. Hay otra que no, sobre todo la más pequeña. Una pieza metálica pequeña que impacte sobre el traje espacial de un astronauta puede romperlo, lo que sería fatal. También es peligroso si impactan con alguna nave tripulada como las estaciones espaciales. Parte de esta basura espacial disminuiría si los cohetes se pudiesen recuperar y reusar como ocurría con los trasbordadores espaciales.
Muchas veces se pueden observar satélites de noche y se pueden ver porque reflejan la luz del Sol. Estos satélites aparecen en las imágenes astronómicas. Algunos no son visibles a simple vista, pero que se detectan con los telescopios. Procesando las imágenes se puede eliminar el trazo de los satélites, pero esto baja la calidad de las mismas. Parecería que no es un problema grave, pero sobre algunos de los grandes observatorios se han detectado más de 2000 satélites por noche. Algunas empresas que construyen satélites están desarrollando materiales que reflejen menos la luz del Sol, pero sigan siendo igual de efectivos para protegerlos de la radiación que reciben del espacio.
El lanzamiento de cohetes es cada vez más frecuente. Antes los lanzamientos solo los hacían las agencias espaciales de algunos países. Actualmente hay muchos países y empresas privadas que lo hacen. Cuando se lanza un cohete estos despiden los desechos de los combustibles fósiles que usan sus motores. Estas partículas llegan a la Tierra o quedan flotando en la atmósfera lo que crea una capa absorbente que modifica la radiación solar que llega a la superficie terrestre. También consumen oxígeno de la atmósfera. Por el momento esto no es preocupante, pero se han incrementado los lanzamientos y se espera que sigan aumentando, por lo que se está estudiando de qué manera se podrían reducir estas emisiones.
La atmósfera terrestre tiene una capa de material ionizado que se encuentra entre los 70 y 500 km de altura aproximadamente. Estas alturas varían durante la noche porque la ionización depende de la radiación solar. Esta capa ionizada juega un papel fundamental en la transmisión de las señales de radio. Hace poco tiempo, cuando un cohete de gran tamaño explotó sobre el Golfo de México, se observó en el cielo una luminosidad parecida a la de una aurora polar. Debido a esto se comenzaron a estudiar los efectos que pueden causar los grandes cohetes sobre la atmósfera y se descubrió que provocan un agujero en la ionósfera y excitan partículas que producen esa falsa aurora. Todavía no se sabe si estos agujeros pueden afectar las comunicaciones y la vida sobre la Tierra, pero hay que investigarlo.
Cuando un vehículo como un avión o un cohete superan la velocidad del sonido se produce estallido sónico que el hombre lo siente como un sonido demasiado fuerte y se puede escuchar a mucha distancia. Esto se detectó cuando el cohete Super Heavy de Space X regresaba a la plataforma de lanzamiento. Esto solo se ha detectado en el único vuelo en que esta nave pudo regresar, producido quizás por los motores que se ponen en funcionamiento en esta etapa. También se han detectado en el lanzamiento de algunos cohetes más pequeños en California y en la Florida, aunque el efecto ha sido menor. Los estallidos sónicos puede afectar la audición de las personas, incluso llegar a perderla, dependiendo de la intensidad del mismo. Los animales, tanto silvestres como domésticos también lo sufren y incluso podría afectar propiedades rompiendo vidrios o estructuras.
La contaminación producida por la tecnología espacial se estudia intensivamente para que se pueda reducir. Falta mucho por hacer pero hay que hacerlo y recordar que todas las industrias contaminan, solo hay que tratar de que sea lo menor posible.