Tres son los podios, tres son los clavos de Cristo; se dice que antes de tomar una drástica decisión, debes contar hasta tres, y la tercera será la vencida. Con este pensamiento diré que : tres cosas en la vida, una vez que pasan, jamás regresan: el tiempo, las palabras y las oportunidades; al igual que el tren, la lluvia y el dinero. Tres cosas te destruyen; el odio, el enojo y el orgullo. Tres cosas no debes perder: la fe, el amor y la esperanza. Tres cosas no debes olvidar: tomar las pastillas de la presión, de la memoria y del colesterol. Tres cosas te valoran como buena gente: la amistad, la humildad y la sinceridad. Tres cosas te forman como persona: la responsabilidad, los valores y el compromiso. Tres cosas no debes olvidar: pagar el gas, la luz y el alquiler; tampoco al carnicero, al verdulero y al almacenero; o al prestamista, la tarjeta y el fiado ; ni pagar la obra social, la farmacia y sepelio. Tres cosas debes recordar: los cumpleaños, el primer beso y la primera bicicleta. Tres cosas no debes hacer: discutir sobre fútbol, política ni religión; comer de más, comida chatarra y alimentos insalubres; ni consumir bebidas, medicinas y sustancias prohibidas. Tres cosas fundamentales que a diario debes practicar: duerme, sueña y medita. Sin excesos, baila, canta y diviértete . Por último, tener en cuenta los tres sanos consejos de mi abuelita Braulia: “¿quieren vivir tranquilos? No hagan lo de la vecina chismosa, el corre, ve y dile; hagan el ver, oír y callarse”. Tres cosas a Dios pediré: que te bendiga, que te guíe y que te proteja; y si en la vida tenés que dar un paso atrás, que sea para tomar impulso y avanzar tres pasos para adelante.
Francisco Amable Díaz
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