Cómo llegar a Villa Batiruana, el pueblo escondido en las montañas tucumanas y una buena opción en vacaciones

En la localidad de La Cocha, a 125 kilómetros de San Miguel de Tucumán, se encuentra Villa Batiruana, un pequeño pueblo en medio de las montañas que resulta ideal para quienes quieran escapar del bullicio urbano y estar en contacto con la naturaleza. 

Cómo llegar a Villa Batiruana

Para llegar a este destino, hay que tomar la Ruta Nacional 38 desde San Miguel de Tucumán hasta el departamento Juan Bautista Alberdi. Luego, se debe continuar por la Ruta Escaba y al llegar al final del tramo asfaltado, seguir un camino de tierra marcado en subida para escalar hacia el relieve natural, donde se emplaza la comunidad. 

Es importante decir que el camino al sitio es bastante complejo, debido a que el camino asfaltado cuenta con baches y fisuras que complican el paso de los autos, mientras que el de tierra está repleto de ripio, y a todo esto se suma la falta de señalizaciones, lo que hizo que durante mucho tiempo fuera un lugar prácticamente invisible, hasta que un proyecto conjunto entre la Comuna de Yánima, con apoyo de la municipalidad de La Cocha, el Ente Tucumán Turismo y emprendedores locales, la Villa comenzó a adquirir mayor protagonismo en el turismo. 

La historia de Villa Batiruana nace con la construcción del dique Escaba para generar energía hidroeléctrica, y con su construcción, se dieron varios asentamientos alrededor, y es mucho más que un simple destino turístico, es un espacio para conectar con la naturaleza y conocer las tradiciones de un pueblo, las que conserva de manera intacta.

Que se puede hacer en Villa Batiruana

Entre las actividades que se pueden realizar en el lugar, se puede hacer una caminata por el llamado “Bosque energético”, que ofrece un recorrido de baja dificultad y es por ello el destino más elegido por los recién llegados. También se pueden visitar las cascadas del río Marpa, donde hay espacios habilitados para bañarse. Otra actividad implica recorrer los complejos turísticos para descansar al lado del río. El lugar también cuenta con un balneario muy bien cuidado que puede ser una alternativa para disfrutar de un día de verano, y otro lugar que se puede visitar es el estado prístino de las piletas naturales, con vistas que maravillan a los turistas. Para los amantes de la aventura, se pueden realizar otras actividades como senderismo y exploraciones dentro de la selva.

Además de recorrer la naturaleza, en la ciudad se pueden disfrutar espectáculos culturales y folklóricos durante fechas específicas, así como lugares para comprar artesanías. También se puede disfrutar de la gastronomía local y conocer propuestas culturales que reflejan la historia del lugar. En cuanto al hospedaje, el pueblo cuenta con opciones de alojamiento cómodas y accesibles, ideales para quienes buscan relajarse.

Una de las mayores joyas turísticas de la ciudad es la Estación Biológica Batiruana, integrada por miembros del Conicet y científicos de la Fundación Miguel Lillo, quienes realizan investigaciones de flora y fauna del lugar, dictan cursos y reciben a los estudiantes de la zona.