El próximo martes, la destacada pensadora y escritora tucumana Cristina Bulacio dará una charla sobre Jorge Luis Borges en Tafí del Valle. El evento llamado “No sé cuál de los dos escribe esta página” comenzará a las 18 y en La Solariega, con entrada libre y gratuita.
“Yo leía Borges por consejo de mis profesores. Me refiero a Genie Valentié, Roberto Rojo, Tota Parpagnoli, Lucía Piossek. Pero Borges no es filósofo. Lo he dicho siempre, Borges, un pensador. Entonces ahí empezó a aparecer un extraño nexo muy interesante entre filosofía y Borges. Borges como pensador latinoamericano”, declaró Bulacio en una entrevista con el suplemento Literario de este diario.
Ahora bien, ¿cómo llegó a atar Bulacio ese lazo entre Borges y la filosofía? “Estaba preparándome para un concurso de la cátedra de Antropología filosófica y en el proceso descubro que lo mismo que estaba estudiando lo decía Borges en sus cuentos y poesías. Fui de las primeras que lo marcó porque que no se trataba de identificar a Borges con un filósofo sino de ver a Borges como un pensador hablando del infinito, del más allá, criticando la metafísica, hablando del lenguaje. Así fui entrando y tejiendo eso”, explicó.
En aquella entrevista, a Bulacio se le consultó sobre su cuento favorito de Borges: “’Las ruinas circulares’. Hay algo ahí en potencia que preanuncia la inteligencia artificial. El cuento tiene misterio. Se trata de un sujeto que se propone crear un hombre con su pensamiento y lo logra pero después de crearlo descubre que él mismo es soñado por otro, es decir, que no tiene una entidad sustancial fuerte. Se hace hincapié en la fragilidad. En la falta de sustancia”.