Por Benjamín Papaterra
20 Enero 2025
Prensa CASM
Agustín Graneros es una de las sorpresas de la pretemporada de San Martín. El volante, de 23 años, fue subido desde el plantel liguista a Primera y mostró grandes cualidades en los amistosos disputados frente a Talleres de Córdoba y Graneros. En aquellas pruebas, el mediocampista conformó un doble “5” con Gustavo Abregú y ganó el elogio de Ariel Martos y Darío Sand.
“Se acopló muy bien y está entendiendo lo que queremos. Ya tuvo un buen año en la liga pasada, así que no es novedad para nosotros, pero está trabajando de gran forma”, afirmó el DT del “Santo”. Por su parte, el arquero señaló que lo sorprendió por sus cualidades y destacó que el objetivo es potenciar a los más jóvenes.
El juvenil alberdiano asegura que está viviendo un sueño hecho realidad y espera seguir creciendo dentro del club. “Las sensaciones son muy lindas porque es para lo que trabajé toda mi vida. Es una gran oportunidad, y voy a dejar todo para quedarme por mucho tiempo”, expresó.
Graneros llegó a San Martín hace siete años. En el verano de 2018, realizó una prueba para sumarse a las inferiores del “Santo”. Después de tres días de incertidumbre, fue seleccionado por el club.
“Aproveché la oportunidad. Era algo único para mí”, recordó. Antes de llegar al complejo Natalio Mirkin, se había formado en una escuela de fútbol llamada Talamuyo FC, en Juan Bautista Alberdi. Permaneció allí hasta los 16 años, cuando trasladó su fútbol a la capital.
“Siempre pensé que esta iba a ser la única manera de ayudar a mis papás y darles una mejor vida. Mi mamá es ama de casa y mi papá es trabajador rural en una finca”, relató.
El juvenil firmó su primer contrato profesional en agosto de 2023, pero nunca había integrado el plantel de Primera hasta la llegada de Martos. “Ese día fue muy emocionante porque sentí que ya era parte del club”, recordó. Antes del llamado del DT, Graneros trabajaba en una distribuidora de mercadería en su ciudad natal. Esa situación lo llevó a pensar más de una vez en abandonar el sueño de ser futbolista, pero agradece no haber bajado los brazos.
“En todo este proceso fue muy importante el rol de mi familia, mi novia y las personas que me rodean. Ellos me apoyaron en los momentos más difíciles y me dieron la confianza de que, un día, la oportunidad llegaría. Ahora toca disfrutar y seguir aprendiendo”, afirmó.
Graneros también reconoce que la noticia desató la felicidad en su familia. Durante estos años en el club, el joven enfrentó diversos desafíos para continuar con su formación, pese a los 104 kilómetros que separan a Alberdi de la capital.
“Mi papá se levantaba a las cinco de la mañana para llevarme a la terminal, y el viaje a San Miguel duraba dos horas. Después, me esperaba una hora más para llegar al club. Siempre nos acordamos de eso. Mi mamá también fue clave para que desarrollara paciencia. Ella me aconsejaba y me decía que la oportunidad iba a llegar. Estoy muy agradecido con ellos. Este es el momento de ir por mucho más”, expresó.
En cuanto a sus cualidades futbolísticas, Graneros tiene la versatilidad para jugar en diferentes posiciones de la media cancha. Si bien Martos lo utiliza como volante central, también puede desempeñarse como interno o como un enganche clásico.
¿Por qué se optó por destacarse en esa zona? El joven asegura que siempre le gustaron los jugadores de buen pie y con gran visión de juego. “Me gustan mucho como jugaban (Andrés) Iniesta y (Juan Román) Riquelme, y, obvio, sigo mucho a (Lionel) Messi”, destaca.
Graneros, por último, deja en claro que el próximo sueño es debutar en Primera con La Ciudadela colmada. Así dar comienzo a su historia con la camiseta rojiblanca.
“Eso es lo que persigo hace varios años, y sobre todo quiero convertirme en un jugador profesional. Estoy un pasito más cerca de concretarlo. Este camino es muy duro, pero con esfuerzo todo se puede dar”, concluye con la esperanza de ganarse un lugar dentro del “11”.
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