Tras un año de negociaciones, empresas citrícolas argentinas, entre ellas de Tucumán, firmaron con el Departamento de Comercio de Estados Unidos un acuerdo que podría mitigar la crisis de la actividad este año.
Alrededor de 15 firmas exportadoras rubricaron el pasado 17 de enero con el gobierno norteamericano, antes de la asunción presidencial de Donald Trump, una enmienda al acuerdo de 2016. De esta forma, se confirmó la prórroga de la suspensión de la investigación por derechos antidumping sobre el jugo de limón de Argentina, medida que data de 2007 y que había sido la vía de solución frente al proceso en contra de compañías tucumanas acusadas de dumping. En el sector aspiran a que no se presenten inconvenientes con el nuevo gobierno de EE.UU.
El nuevo convenio contempló, entre otros puntos, una revisión de los precios de comercialización para el jugo del cítrico que ingresa a EE.UU., correspondiente a la categoría base. El nuevo valor se aplicó esta semana con una variación a la baja del 15%. Así, el precio del galón para la categoría de referencia de 400 GPL (grado de concentración) pasó de U$S12,48 FOB (en concentrado-congelado) a U$S10,50 FOB.
“El acuerdo establece categorías y los precios para alrededor de 20 tipos de jugos de limón. Se aplica, principalmente, sobre la categoría estándar, el patrón de medida de 400 GPL, que registró una caída de U$S500 aproximadamente (con el acuerdo). Se traduce en una reducción de U$S2.760 a cerca de U$S2.200 por tonelada (en el mercado spot)”, informó José Carbonell, titular de la Federación Argentina del Citrus (Federcitrus). “Será bueno para la actividad; podremos aspirar realmente a vender con ese valor y cumplir con lo acordado”, añadió.
Fuentes del sector explicaron que la negociación se había iniciado por pedido de los propios productores de California mediante una empresa de la región, lo que respaldaba el diálogo con las compañías argentinas, y que apuntaba a una actualización de los valores de las distintas categorías, ya que habían quedado desactualizados. Esto último significaba una desventaja para Argentina respecto de empresas competidoras de otros países y también de firmas argentinas que no habían adherido al esquema y comercializaban sus productos a menores precios dentro del mercado de EE.UU.
Incluso, si no hubiera habido acuerdo, se habría activado la investigación de manera inmediata y, por ende, se habrían aplicado los derechos antidumping provisorios fijados en 2007, es decir, impuestos para agravar aún más el precio del jugo argentino frente a sus competidores. Las imposiciones iban desde el 58% hasta el 113,52% sobre el valor de la plaza y según la empresa demandada.
La pérdida de miles de hectáreas de limoneros, las bajas en los valores globales y el crecimiento de la competencia mundial han acentuado la crisis citrícola en 2024. En ese marco, Tucumán exportó por un poco más de U$S89 millones de cítricos y casi U$S100 millones en concepto de jugos de frutas y hortalizas, con mayor participación de jugo de limón. El año pasado, a la vez, hubo un cambio en el modelo exportador: se elevó a unas 94.000 toneladas el envío de cítricos a Estados Unidos, pero cayó a la Unión Europea (UE) a 35.000 toneladas, cuando se exportaban entre 100.000 y 120.000 toneladas por campaña.
El caso
El proceso se había iniciado en 2006 con una investigación antidumping a, al menos, dos empresas radicadas en Tucumán. En 2007, se acordó una suspensión de ese procedimiento del Departamento de Comercio de EE.UU. antes de que se aplicaran derechos definitivos, bajo la decisión de determinar un precio de referencia para la importación.
El dumping es definido como la práctica comercial en la que una empresa exporta un producto a un precio inferior al que vende en el mercado de su propio país. La medida antidumping “tiene por finalidad proteger a la rama de producción nacional de esta práctica desleal, aplicando un derecho de importación adicional para lograr que el precio de este producto se aproxime al ‘valor normal’”, es decir, al precio “apropiado en el país de origen o para suprimir el daño causado a la industria nacional y que, de esa manera, puedan competir lealmente”, según la explicación oficial.
El mercado mundial se fue ampliando con el paso de los años, a partir de la participación de otros países competidores como Sudáfrica y Brasil, lo que llevó a que en 2016 se avanzara en un nuevo acuerdo con EE.UU. y en otro valor de base: “era el mejor precio del mercado”, explicaron entre los privados sobre este arreglo. Esas condiciones determinaron el escenario comercial de las empresas tucumanas y del país en el sector citrícola hasta mediados de enero de 2025. Otros exportadores se habían sumado a lo largo de los años al convenio y accedido a porciones del mercado norteamericano.
Otros puntos del acuerdo
En el marco de negociación de 2024, se tuvieron en cuenta otras condiciones, como la cantidad de empresas firmantes que requería el Departamento de Comercio para validar el convenio y un mayor cumplimiento comercial. Rubricaron San Miguel; La Moraleja SA; Citromax; Vicente Trapani SA; Citrusvil SA; Pablo Padilla; Ledesma; Ramón Tuma SA; Argenti Lemon SA; FGF Trapani SA; Acheral SA; Litoral Cítricos SA; SA Veracruz; Los Pempas Agroganadera SA; e Inducítrica SA.
En esta nueva etapa se incorporó un mecanismo de ajuste: “si hay una variación del 10% hacia arriba o hacia abajo, se puede activar un mecanismo de revisión del precio”, señalaron fuentes que participaron en las negociaciones. En caso de que esto no ocurriera, está prevista la realización de nuevos cálculos sobre la realidad del mercado internacional y determinar reajustes.