Descubren un lujoso complejo de baños en Pompeya

En lo que fue una gran casa de una personalidad se encontraron diferentes ambientes, dispuestos para distintos propósitos. Las excavaciones continúan su marcha en el parque arqueológico.

PAREDES INSCRIPTAS. Grafitis y dibujos en los muros y formas geométricas en el piso. Parque Arqueológico de Pompeya PAREDES INSCRIPTAS. Grafitis y dibujos en los muros y formas geométricas en el piso. Parque Arqueológico de Pompeya

Cuando Johann Winckelmann y Anton Rafael Mengs conocieron que las ruinas de Pompeya y Herculano se estaban descubriendo en Italia, luego de los estragos que había causado el volcán Vesubio en el año 79, viajaron inmediatamente a explorar el lugar, y con ellos se creó la Historia del Arte en el siglo XVII, como una de las disciplinas de la Ilustración, del Siglo de las Luces, del Enciclopedismo.

Los restos de esas dos ciudades siempre sorprenden, porque desde hace años aparecen aquí o allá, y enseñan mucho del pasado que, de uno u otro modo, se hace presente. El imponente estilo neoclásico surgió, igualmente, de esos trabajos arqueológicos de Winckelmann, pero también los grafitis.

Hace una semana, una noticia que se publicó en importantes medios de comunicación, pero también en sitios muy relacionados con la ciencia como History Channel, volvió a impactar.

Tras permanecer oculto bajo metros de roca volcánica y ceniza durante unos 2000 años, los arqueólogos del Parque Arqueológico de Pompeya descubrían en la Regio IX del yacimiento una domus con un espectacular salón de banquetes, decorado con paredes negras e impresionantes frescos de la guerra de Troya. “Las excavaciones que se están llevando a cabo en la misma casa, en este barrio de la antigua ciudad romana de Pompeya, han vuelto a desvelar un maravilloso secreto: un lujoso complejo de baños”, se informó.

Años atrás habían aparecido en distintos baños termales los grafitis, que se encontraron en todo tipo de lugares, desde las paredes de casas hasta los edificios públicos y las calles de Pompeya, lo que sugiere que la escritura en las paredes era una práctica común. Allí también se apreciaron los grafiti de temática erótica que representa escenas sexuales. Estos dibujos fueron explícitos y sugieren una actitud liberal hacia la sexualidad en la sociedad romana de la época. Son testimonios escritos que expresan los sentimientos de los pompeyanos, sus amores, sus rivalidades, sus preferencias políticas. Son interesantes también para los lingüistas, ya que están escritos en latín vulgar, el usado por la gente ordinaria, tal y como ocurre hoy en día con los grafitis urbanos.

No pocos estudiosos comprueban que el ser humano no ha cambiado tanto en estos siglos.

Los grafitis de Pompeya y Herculano (alrededor de 11.000 se han conservado hasta ahora) son en muchos casos vulgares, con insultos y referencias sexuales como se ha dicho, en donde el falo es un elemento muy típico, como símbolo de buena suerte que está presente en muchos edificios. ¿Y en qué baño público no aparece el falo con un mensaje, o como un mensaje en estos días?

Domus

El hallazgo de hace una semana es un claro ejemplo de que el propietario de esta domus era una figura destacada y de gran importancia en la sociedad pompeyana.

Los investigadores han confirmado que los baños, que constan de un vestuario (apodyterium), salas de agua caliente (caldarium), templada (tepidarium) y fría (frigidarium), están en perfecto estado de conservación y pudieron haber tenido capacidad para unas 30 personas.

CAÑERÍAS Y FOSA. Un sofisticado sistema de traslado de aguas y vapor se puede observar en este registro de una de las salas. CAÑERÍAS Y FOSA. Un sofisticado sistema de traslado de aguas y vapor se puede observar en este registro de una de las salas.

Todos los espacios termales, incluido el frigidarium, que estaba situado en un patio porticado (peristilo) y en cuyo centro se encuentra una espectacular piscina, conectaban de manera directa con el conocido como “salón negro” (una impresionante sala de banquetes decorada con magníficas pinturas), lo que hace suponer a los investigadores que esta domus era el escenario perfecto para la celebración de suntuosos banquetes en los que se mezclaba lo público y lo privado.

Buscando votos

Los arqueólogos han explicado que probablemente este tipo de reuniones se llevaban a cabo para que el rico propietario de la domus lograse el respaldo electoral de sus invitados, para impulsar la candidatura de amigos o familiares o, simplemente, para hacer ostentación de su riqueza y dar la oportunidad a sus invitados de bañarse y relajarse.

El director del Parque Arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel dice: “Este hallazgo es un ejemplo de cómo la domus romana sirvió de escenario para el espectáculo artístico y cultural que el propietario montaba para ganar votos o congraciarse con la buena voluntad de sus invitados. Las pinturas de estilo III con temas de la guerra de Troya, los atletas en el peristilo, todo tenía que dar a los espacios una atmósfera de greísmo, es decir, de cultura, erudición y ocio. Así como la sala negra debía transportar a los invitados a un palacio griego”.

Actualmente, las excavaciones que se están realizando en esta domus siguen en marcha, y los primeros resultados se presentaron en diciembre cuando salieron a la luz diversos frescos con escenas de caza y pesca y que, probablemente, representaran los alimentos que tal vez se sirvieron en los opulentos banquetes que se celebraron.

Esqueletos

Pero el baño no es el único hallazgo en la residencia, pues junto a la estructura se han encontrado los restos de dos personas que perecieron en la erupción. Los esqueletos pertenecen a una mujer de entre 35 y 50 años, que llevaba consigo joyas y monedas, y a un hombre más joven, de entre 13 y 25 años. Ambos se habían refugiado en una habitación, pero la fuerza del flujo piroclástico del Vesubio acabó con sus vidas. El análisis de los esqueletos ha revelado detalles impactantes sobre su muerte. El hombre joven sostenía un par de llaves, mientras que la mujer llevaba monedas de oro y perlas, lo que sugiere que pertenecían a una clase social alta. “Cuando encontramos este tipo de objetos, desaparece la distancia entre la antigüedad y la modernidad”, señala Alessandro Russo, arqueólogo de Pompeya.

Temas Italia
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios