"Seven Party": la suspensión de una fiesta clandestina en El Mollar genera polémicas

Se conocieron detalles sobre la organización. Críticas de los responsables del encuentro deportivo. Un descargo.

PROMOCIÓN. Los organizadores confirmaron por las redes sociales la realización de la “Seven Party” en octubre. PROMOCIÓN. Los organizadores confirmaron por las redes sociales la realización de la “Seven Party” en octubre.

Fue promocionada como la “fiesta del verano”, pero terminó generando desmentidas, cuestionamientos y, posiblemente, una lluvia de denuncias por estafas si los organizadores no devuelven el dinero de las entradas. Esos son algunos de los resultados de la suspensión de la “Seven Party” que fue clausurada por la Policía cuando descubrieron que no estaba autorizada.

El caso quedó al descubierto el domingo a la madrugada. Una veraneante de El Mollar denunció que centenares de jóvenes deambulaban por la zona del barrio Ojo de Agua y que se dirigían a la sede del club San José. Una comisión policial se dirigió hasta ese lugar y se entrevistaron con Fabrizzio Orfali Marengo, supuesto organizador del encuentro. El joven, que es uno de los propietarios de la firma Tree Night SAS, reconoció que no contaba con todas las autorizaciones para desarrollar el encuentro y mucho menos para vender alcohol.

Por esa razón, el jefe de la Unidad Regional Oeste Marcos Goane tuvo que montar un operativo especial para desalojar el lugar. Fuentes policiales confirmaron que había más de 4.000 jóvenes dentro y fuera de las instalaciones. No se reportaron daños ni incidentes en el operativo, pero sí quejas de cómo fueron tratados los adolescentes y porque la medida provocó que varios de los damnificados deambularan durante horas hasta llegar a sus hogares o los lugares de alojamiento.

La organización

La Seven Party fue anunciada en la primera quincena de octubre. A través de una agresiva campaña en redes sociales, los organizadores informaron sobre la realización de este encuentro que se haría una vez que culmine el Seven de Tafí, por lo que muchos creyeron que se trataba de una reunión que formaba parte del encuentro deportivo.

“No tenemos nada que ver con la organización de esa fiesta. Sí hacemos una que es el tercer tiempo y además la tercerizamos, es decir, autorizamos a otra empresa para que la organice”, aclaró Ricardo Fortino, uno de los referentes del encuentro deportivo.

El vocero de la organización del torneo aclaró otro punto en este polémico caso. “Hicimos todas las consultas pertinentes porque creíamos que estaban utilizando nuestra marca para su beneficio. Pero nos aclararon que legalmente no podíamos hacer nada porque ellos sólo utilizaban la palabra Seven. Sí decidimos hacer una campaña aclaratoria en redes sociales. Si hasta hicieron un logo parecido al nuestro. Esto viene ocurriendo desde hace varios años”, comentó Fortino.

Los problemas para los organizadores surgieron cuando el Concejo Deliberante de Tafí del Valle decidió prohibir las fiestas en carpas para garantizar la tranquilidad en la villa. “No sabía nada de eso, con razón cambiaron tres veces el lugar donde se la haría. Tendrían que haber aclarado eso desde un principio para que nadie salga estafado”, resumió Lorena Martínez, de 17 años.

Más detalles

Los responsables del encuentro demostraron tener habilidades para organizar este tipo de fiesta. No sólo eligieron un nombre con el que evitarían tener problemas legales, sino que se encargaron de cuidar hasta el más mínimo detalle. Por ejemplo, el lugar elegido para la realización del encuentro está en la jurisdicción de la comuna de El Mollar, por lo que no es alcanzada por la norma dictada en Tafí. LA GACETA fracasó en su intento de comunicarse con el comisionado Jorge Cruz para que informara si los organizadores contaban con una autorización.

En las redes sociales, los responsables de Tree Night publicaron un listado con el nombre de nueve personas que cumplían la función de relacionistas públicos cuya tarea era vender las entradas de manera anticipada.

PRUEBA. Los logos del encuentro y de la fiesta son bastantes similares. PRUEBA. Los logos del encuentro y de la fiesta son bastantes similares.

El costo de las localidades fue cambiando al acercarse la fecha. Cuando se lanzó, el valor oscilaba entre $12.000 y $15.000 y el sábado habría sido de $40.000. También se ofrecían mesas vip a un valor de entre $300.000 (para hasta seis asistentes) y de $500.000 (para ocho personas). Las compras se realizaban a través de la plataforma www.passline.com.

Otro detalle: a pesar de que el encuentro estaba dirigido a los adolescentes principalmente, los responsables anunciaban la venta de alcohol. La diferencia de los valores de las mesas era por las bebidas que les entregaban. Por ejemplo, a los que adquirieron las mesas vip más costosas les daban tres botellas de vodka, 12 latas de bebidas energizantes, 10 botellas de agua, 10 latas de cerveza y una botella de champagne.

Dudas y algo más

La reacción no se hizo esperar. Los jóvenes damnificados expresaron su frustración a través de las redes sociales. “Nos estafaron”. “¡Que nos devuelvan la plata!”. “Alguien se tiene que hacer cargo”, fueron algunos de los cuestionamientos. “Lo que más bronca nos da es que se escondieron. Tendrían que haber sido sinceros y avisar que la fiesta no se haría porque tuvieron problemas con la autorización. No hacernos pasar horas de mierda porque nos corrió la Policía y no teníamos cómo volver”, explicó Marianela Ortiz (17).

PROMOCIÓN. Los organizadores también contemplaron mesas vip para los asistentes. PROMOCIÓN. Los organizadores también contemplaron mesas vip para los asistentes.

Claudio Villafañe (19) agregó: “son muy pícaros estos. Tengo entendido que no es la primera vez que pasa algo así. Me parece que ellos mismos llaman a la Policía para informarles que hay una fiesta clandestina. Vienen, suspenden y se quedan con toda la recaudación. Muchos no dicen nada porque saben a lo que te estás exponiendo”.

“La única culpa es de la municipalidad de Tafí del Valle. Resulta que a la fiesta oficial la autorizan sin ningún problema y a esta la obligan a ser clandestina porque no les daban los permisos. Me imagino que algo deben haber arreglado con los de la comuna, no creo que sean tan audaces de hacer algo así sin que nadie supiera. ¿Reclamar la plata de la entrada? Naaa… Ya fue”, finalizó Carlos Ramírez.

Versión y aclaración

En las últimas horas, los mismos adolescentes hicieron circular una versión que generó más malestar. Dijeron que los organizadores hicieron una “juntada” en la casa de uno de los asistentes donde consumieron las bebidas que no fueron secuestradas por el Instituto Provincial de Lucha contra el Alcoholismo. “Sentimos que se nos estaban riendo en la cara. ¿Celebraron que se quedaron con nuestra plata?”, recalcó Esteban Suárez (18).

Fuentes policiales y funcionarios de Tafí del Valle reconocieron que ellos manejaron ese trascendido, pero no lo pudieron confirmar. Destacaron que si es cierta, poco podrían haber hecho, ya que se trataba de una reunión realizada en una propiedad privada.

LA GACETA intentó comunicarse con Orfali Marengo para que diera a conocer su versión de los hechos. El joven, por el momento, prefirió no realizar declaraciones, pero sí lo hizo su asesor legal Juan Pablo Bello. “En las próximas horas realizará un descargo en el que contará detalladamente lo que sucedió y los pasos que dará para solucionar el conflicto por la suspensión de la fiesta”, finalizó.

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Reclamo
Los padres denuncian maltrato y la Policía desmiente que haya habido excesos

“Lo que más nos molestó es que la Policía desalojó la fiesta. Vinieron un montón de efectivos con garrotes y escudos diciéndoles a los gritos que se marcharan del lugar. Los trataron muy mal”, sentenció María Laura de Pedraza. “Mis hijas fueron con un grupo de amigas. Me llamaron a las cuatro de la mañana desesperadas por lo que habían vivido. Tuvieron que caminar por varias horas en medio de la nada. No puede ser que no se hayan fijado en ese detalle”, añadió. La misma experiencia vivió Juan Carlos Herrera, aunque él decidió ir a buscar a su hijo cuando se enteró de lo que había sucedido. “Medio que quedaron traumados al ver el operativo. Vivo en Monteros y no tuve demasiados inconvenientes para llegar en menos de una hora. Cuando estaba en El Mollar y comencé a recorrer el trayecto para encontrarlo, me crucé con centenares de chicos que no sabían qué hacer. Él estaba con dos amigos, pero tuve que levantar a seis chicas que estaban desesperadas pidiendo ayuda”, destacó. El jefe de la Unidad Regional Oeste Marcos Goane desmintió que sus hombres hayan cometido excesos en el operativo de desalojo y también desmintió que haya habido un gran despliegue de hombres. “Se desplazaron 75 efectivos y en el lugar estimamos que había más de 4.000 jóvenes. No se registró ningún problema en el desalojo”, aseguró. “Lo que se vivió en el valle de Tafí el sábado por la noche fue increíble. Tuvimos muchas intervenciones por peleas, porque se instalaron a escuchar música en lugares públicos y, lo más preocupante, varias intervenciones porque chicas y chicos estaban en estado de coma etílico”, se lamentó.

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Informe
Los organizadores del Seven emitieron un comunicado por la ola de críticas

“Durante dos meses mi hija y sus amigas se organizaron para participar de esa fiesta. Compraron las entradas, alquilaron una cabaña durante el fin de semana y hasta fueron al súper a comprar lo que comerían. Era su primera salida de vacaciones sin nuestros padres, pero estos irresponsables transformaron su sueño en una pesadilla que olvidará fácilmente por todo lo que ocurrió. Alguien se tiene que hacer cargo”, argumentó María Josefina Ramírez, madre de una adolescente de 16 años.

Las redes sociales fueron el lugar donde los damnificados y sus padres descargaron todo su enojo por lo que sucedió el domingo a la madrugada en El Mollar. Fueron tantos los cuestionamientos que los organizadores del Seven de Tafí decidieron emitir un comunicado. “Queremos informar que no tenemos ninguna relación con la fiesta Seven Party realizada y clausurada en la localidad de El Mollar debido a la falta de los permisos correspondientes”, publicaron. En el mismo documento señalaron: “queremos aclarar que, en reiteradas ocasiones, hemos hecho público en nuestra cuenta que la fiesta del Seven de Tafí y los derechos correspondientes pertenecen exclusivamente a Mystico”. “Agradecemos su comprensión y esperamos que esta aclaración contribuya a evitar confusiones en el futuro”, finalizaron. “La verdad es que yo pensaba que ellos eran los responsables de todo esto y por eso no dudé en autorizar a mis hijos a ir a la fiesta. Ahora, me pregunto: ¿si desde octubre estaban promocionando este encuentro por redes sociales, nadie descubrió que se estaba organizando algo clandestino? Entiendo que ellos no tienen nada que ver, pero si los organizadores del Seven de Tafí sabían de esto, ¿con publicaciones en las redes alcanza? ¿No deberían haber hecho algo más para evitar llegar a esta situación”, comentó. “Yo tengo la respuesta: en El Mollar puede pasar de todo porque es la capital provincial del descontrol. Que nadie me diga que por un llamado descubrieron la fiesta”, indicó Juan Carlos López.

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Tribunales
Ante la falta de denuncias, la Policía invitó a los damnificados a realizarla

“Aquí hay otras cosas más que analizar antes de que devuelvan las entradas. ¿No le corresponde que al organizador lo investiguen por entrada? Este chico que puso en riesgo la integridad física sólo tendrá que pagar multas y nada más. Me parece que es un tema bastante grave que debería ser analizado por las autoridades. Pero bueno esto es Tucumán y nunca lo vas a entender”, ironizó Mariano Estévez, padre de dos adolescentes que se quedaron sin ingresar a la fiesta, a pesar de que tenían en su poder las entradas. El fiscal de feria del Centro Judicial de Monteros Miguel Varela confirmó a LA GACETA que en su oficina aún no se abrió ningún expediente por el caso. El jefe de la Unidad Regional Oeste Marcos Goane confirmó que no recibieron ningún tipo de denuncia contra los organizadores.

“Están en todo su derecho de hacerlo porque pagaron por algo que no se hizo y encima no les devolvieron el dinero”, explicó el comisario en una entrevista con LA GACETA. “Lo ideal es que presenten la demanda en la comisaría de El Mollar, localidad donde se registró la clausura. Pero por una cuestión de comodidad para los ciudadanos se puede hacer en cualquier dependencia policial de la provincia. Sin embargo, tienen que tener en cuenta que el trámite será más lerdo”, añadió.

Hasta el momento, la empresa Tree Night SAS, responsable de la organización de la “Seven Party” fue sancionada administrativamente. Las autoridades de la municipalidad de Tafí del Valle le aplicaron una multa por haber clausurado el lugar donde se realizaría el encuentro. La misma medida anunció que tomó la comuna de El Mollar, pero hasta el momento, según aclaró su representante legal Juan Pablo Bello, no recibió ninguna notificación oficial. Lo mismo ocurre con el Instituto Provincial de Lucha contra el Alcoholismo (IPLA) que supuestamente le labró una infracción. Por su parte, el jefe de Policía Joaquín Girveau confirmó que la fuerza seguirá investigando la realización de estas fiestas e incrementará los controles para evitar que se desarrollen encuentros clandestinos.

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