Algunos jóvenes eligen el verano para descansar; otros llevan acompañamiento al barrio Juan XXIII

Un grupo de salesianos dedica sus vacaciones a una misión solidaria, donde brindan juegos y educación. "Existe una mirada negativa sobre La Bombilla, pero nosotros vemos otra realidad", afirman.

Hace 7 Hs

Mientras muchos eligen el verano para descansar, un grupo de jóvenes salesianos dedica sus vacaciones a una misión solidaria en el barrio Juan XXIII, conocida como "La Bombilla". La iniciativa, que ya cumple cinco años, busca acompañar a niños y jóvenes a través del juego, la educación y la palabra, siguiendo el legado de Don Bosco.

Gastón Ruiz y Federico Tapia, animador y coordinador salesianos, explicaron el propósito de esta tarea: "Estamos con chicos de entre 4 y 24 años, realizando actividades preventivas y recreativas como juegos oratorianos, talleres de manualidades y deportes. Además, compartimos la palabra y transmitimos nuestro carisma salesiano".

La labor en el barrio Juan XXIII no se limita solo a la asistencia. Según Ruiz, la misión también busca derribar estigmas y prejuicios: "Existe una mirada negativa sobre el barrio, pero nosotros vemos otra realidad. Hay jóvenes con deseos de estudiar, de trabajar y de progresar. Queremos romper esos estigmas y demostrar que hay mucho potencial en esta comunidad".

Cada jornada comienza con visitas por el barrio, donde los misioneros invitan a las familias a sumarse a las actividades de la tarde, que concluyen con una merienda. La misión culminará con una gran fiesta en honor a Don Bosco y una misa especial el 31 de enero.

FOTO GENTILEZA: Daniel Navarro. FOTO GENTILEZA: Daniel Navarro.

"Nuestra pedagogía es la del 'ver, juzgar y actuar'. No nos quedamos en el análisis de la realidad, sino que buscamos transformarla. Don Bosco enseñó que la clave está en la prevención, en brindar oportunidades antes de que los jóvenes caigan en situaciones de riesgo", explicó Ruiz.

Queda claro que el mensaje de los salesianos trasciende lo religioso. Para ellos, su labor es una apuesta por la esperanza y por el futuro de los jóvenes tucumanos. "Hoy tenemos animadores que fueron niños que participaron de estas misiones. Eso demuestra que cuando se les brinda una oportunidad, pueden construir un camino distinto", concluyeron.

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