Hace 9 Hs
Un nuevo incidente aéreo generó tensión en Estados Unidos cuando un avión de United Airlines con destino a Nueva York tuvo que suspender su despegue en el aeropuerto de Houston debido a un problema en el motor, que provocó humo y fuego en el ala derecha. La aeronave, un Airbus A319 con 104 pasajeros y cinco tripulantes a bordo, fue detenida en la pista y los ocupantes fueron evacuados mediante toboganes y escaleras sin que se registraran heridos. La Administración Federal de Aviación (FAA) anunció que investigará lo ocurrido.
Este episodio se suma a otros recientes accidentes aéreos en el país, como el choque en Washington entre un avión comercial y un helicóptero militar, que dejó 67 muertos, y la tragedia en Filadelfia, donde un avión médico con seis personas a bordo se estrelló en una zona urbana, causando una explosión fatal. Ambos incidentes han incrementado la preocupación sobre la seguridad en la aviación estadounidense, especialmente por la rapidez con la que ocurrieron.
La FAA y las aerolíneas han sido objeto de críticas, y la seguridad aérea ha vuelto al centro del debate público. Incluso el presidente Donald Trump expresó su descontento con la gestión de la entidad de transporte. Mientras tanto, United Airlines reubicó a los pasajeros del vuelo 1382 en otra aeronave para completar su viaje, buscando minimizar los inconvenientes tras el susto vivido en Houston.
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