
Este jueves y viernes, Alpine llevará a cabo en Jerez de la Frontera, España, la prueba de neumáticos de cara a la temporada 2025 de la Fórmula 1. La novedad es que Franco Colapinto no formará parte de las sesiones.
El argentino, que será piloto de reserva de la escudería francesa, había manejado por primera vez un vehículo de Alpine en pista la semana pasada en Montmeló, en los ensayos denominados Test Previous Car (TPC), junto al australiano Jack Doohan. Esta semana, sin embargo, no tendrá actividad.
¿Cuál es la razón? Según trascendió, serán Doohan y el francés Pierre Gasly, los pilotos titulares de Alpine para esta temporada, los que participarán de las pruebas de neumáticos, justamente para agarrar rodaje con las nuevas gomas.
En rigor, los entrenamientos estarán enfocados en continuar con el desarrollo de los neumáticos que usarán a partir de la temporada 2026, que serán más angostos (25 mm delante y 30 mm detrás y de menor diámetro, de 720 mm a 705 mm, 710 mm delante y detrás).
Las pruebas de neumáticos, después de esta semana, continuarán el 2 y 3 de marzo en el circuito de Sakhir, en Bahrein, donde la escudería francesa estará nuevamente en pista, acompañado por Williams. Allí, Colapinto tendría una nueva oportunidad de salir a pista.
Alpine ya gastó millones de pesos en Colapinto: recibió otro regalo
Más de 200 millones de pesos es lo que Alpine lleva gastado en Franco Colapinto. La escudería de bandera francesa con casa central en Inglaterra hace todo para que el pilarense se aclimate lo mejor posible a las dinámicas de trabajo. Además de enseñarle, también lo miman, según parece para que al pilarense le sea lo más simple posible su continuidad en la Fórmula 1.
Esta vez los paparazzis deportivos registraron la imagen de Colapinto conduciendo un Alpine A110. En España, le asignaron uno de color blanco. Es un deportivo con motor central: tiene un cuatro cilindros 1.8 turbonaftero (252 cv y 320 Nm), que le permite acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en 4.5 segundos. En las redes sociales, el equipo y el propio piloto hacen gala de un vínculo que transita por el camino del éxito en lo emocional; restará verse que sucede en lo deportivo. El auto tiene un costo de unos 60.000 euros, unos 65.314 dólares que convertidos a pesos argentinos se transforman en 65.314.731,30.
Colapinto no deja de sonreír, no tanto por las pruebas (según trascendió tuvo mejores resultados que Jack Doohan, el segundo titular de la escudería) sino por los regalos que va recibiendo. Un trato que otros integrantes del equipo no tuvieron y que claramente pone a gusto al corredor que tendrá el rol de suplente.
Si se hace cuentas, el piloto de 21 años que debutó hace poco meses en la máxima categoría del automovilismo, recibió obsequios valuados en 146.638.034,18 millones de pesos. Esa suma sale del precio del lujoso reloj y un auto que recibió. Ahora, Colapinto se entera qué hora es mediante un reloj suizo con correa celeste y marco plateado. La marca, asociada a Alpine en 2024, se llama H. Moser & Cie, y cronometra todas las disciplinas asociadas a la escudería gala.
El modelo que lució es exclusivo y se llama Streamliner Cylindrical Tourbillon Skeleton Alpine. Su costo es de 89.000 francos suizos. En moneda estadounidense, 97.646,35 y en pesos argentinos 103.109.663,28.
El obsequio de bienvenida para el piloto fue un auto Renault, la marca que es propietaria del equipo. El vehículo que le obsequiaron fue un Renault Espace Esprit Alpine, unidad de alta gama. Si bien desde Alpine no revelaron el costo, sí se puede saber en diferentes webs que su precio es de 40.000 euros. En dólares el modelo híbrido (su motor es mixto a combustión y eléctrico) que busca ser más amigable con el medio ambiente, cuesta 41.222 dólares y en pesos la suma queda en 43.528.370,90.
El total, entre el reloj, la camioneta y el auto es de 211.952.765,48 de pesos que también se convirtieron en la misma cantidad -y quizás más- de sonrisas del piloto.