Siempre es bueno tomar las enseñanzas de los más veteranos que abrazaron con pasión la política, en este caso lo fue, como tantos otros, José Pedro Fernando Riera, al cual el doctor Manuel Valeros lo recordó en la edición papel de LA GACETA. Conocí a Riera personalmente, y de él tuve los mejores conceptos de lo que es un político. Fue muy amigo de Raúl Alfonsín, al que siempre ordenó hacia nosotros respeto y cuidado en su desempeño, incluso en las horas en las que los levantamientos policiales y militares querían voltear las instituciones. Cada vez que venía Alfonsín siempre nos pidió que le preguntemos si lo recibiría en su modesta vivienda de Bella Vista. A ella acudíamos orgullosos. El radicalismo lo respetó en su triunfo en el colegio electoral; él fue amigo de otros políticos que se destacaron en la función pública, como Hugo Fabio, Celestino Gelsi, Lázaro Barbieri y otros que no recuerdo. Ojalá que las actuales generaciones tomen su ejemplo y demuestren, ante diatribas de otros, el valor de la política y los políticos honestos.
José Luis Avignone
Marcos Paz 922