Sedición policial: rechazan el pedido de libertad para un abogado

A Morales también le negaron el arresto domiciliario, pero un juez aceptó que sea trasladado al penal de Villa Urquiza.

Tribunales penales. Tribunales penales. ARCHIVO

En una audiencia que duró más de cinco horas, un juez de impugnación rechazó el pedido de los defensores del abogado Gustavo Morales para que sea liberado. Tampoco hizo lugar al planteo de que cumpla la medida con la modalidad de arresto domiciliario, aunque aceptó que sea trasladado del penal de Benjamín Paz al de Villa Urquiza para que tenga mejor atención médica si es que llegara a ser necesaria. El profesional fue acusado de liderar una sedición policial en marzo del año pasado, pero siguió el proceso en libertad. Sin embargo, el 28 de febrero, el juez Bernardo L’Erario Babot le dictó la prisión preventiva por 30 días por desobediencia judicial.

El 15 de octubre de 2024, por pedido de José María Molina, representante de la Fiscalía de Estado que tiene el rol de querellante en la causa, el juez Gonzalo Ortega, a través de una medida cautelar, le ordenó a Morales que se abstuviera de hacer comentarios sobre la vida privada de la fiscala Mariana Rivadeneira (que investiga el caso), de Laura Casas (jueza interviniente), del ministro Fiscal Edmundo Jiménez, de los vocales Daniel Leiva y Antonio Estofán y todos los miembros de la Corte Suprema de Justicia y del gobernador Osvaldo Jaldo.

Molina argumentó que la medida no buscaba cercenar la libertad de expresión, pero que a través de esos comentarios, su colega buscaba entorpecer la investigación, ya que esos mensajes podrían buscar amedrentar a los funcionarios que llevaban adelante esa tarea. Solicitó que la prohibición rija en redes sociales, y demás medios de comunicación o plataformas digitales públicas, de modo directo o por medio de interpósita persona.

En febrero, la fiscala Rivadeneira solicitó una audiencia para denunciar que Morales había incumplido con esa orden. Con el apoyo de la querella, solicitó que se le dictara la prisión preventiva por 60 días. Pese al rechazo del profesional que ejerció su propia defensa junto a Diego Piedrabuena, el juez L’ Erario Babot aceptó el pedido, aunque dictó la medida por 30 días por desobediencia judicial.

Imprevisto

Al haber impugnado esta resolución, ayer se realizó una audiencia para resolver los planteos recursivos que hicieron el acusado y su defensor. Sin embargo, el debate no tuvo el inicio esperado. Piedrabuena y Carlos Garmendia (que se sumó a la defensa) anunciaron que Morales no estaría presente porque estaba recuperándose de una operación a la que fue sometido en un sanatorio de la capital. Expresaron que el imputado les había transmitido su conformidad para que el acto se desarrolle sin su presencia.

Rivadeneira y Molina solicitaron que esa decisión sea asentada por escrito para evitar cualquier tipo de planteo. El juez Eudoro Albo le dio la razón y el problema se soluciona porque Garmendia se acercó hasta el lugar donde estaba internado el profesional y le hizo firmar un escrito donde expresa su consentimiento.

La audiencia

En el debate, Piedrabuena dijo que no correspondía otorgarle la prisión preventiva porque el delito por el que estaba acusado contemplaba una pena condicional. También dijo que la mayoría de los mencionados en la medida no forman parte del proceso y por esa razón era imposible que entorpecieran la investigación. Recalcó además que no había razón alguna para sospechar que el imputado evadiera el accionar de la Justicia.

Garmendia, por su parte, hizo hincapié en la situación de detención del abogado. “La verdad es que estoy muy preocupado con lo que está pasando en Tucumán. Esa es una de las razones por las que me sumé a colaborar en la defensa del colega”, indicó.

LA AUDIENCIA. El juez decidió que Morales siga detenido hasta fines de este mes. LA AUDIENCIA. El juez decidió que Morales siga detenido hasta fines de este mes. CAPTURA DE IMAGEN DE LA AUDIENCIA

Después planteó que Morales sufrió diferentes situaciones que no hicieron otra cosa más que complicar su delicado de salud. “No estaba recibiendo la atención médica correspondiente y tampoco, por ejemplo, le permitían el ingreso de agua mineral que necesitaba para hidratarse por prescripción médica”, señaló.

También consideró como un abuso su traslado al penal de Benjamín Paz. “El juez L’Erario Babot había dado otras alternativas de alojamiento”, señaló. Solicitó además que, en caso de que el juez rechazara darle la libertad, que termine de cumplir la preventiva con la modalidad de arresto domiciliario.

“Maniobra”

La fiscala Rivadeneira rechazó los fundamentos de los defensores indicando que Morales está acusado de incitar una huelga policial y ahora se le agregó la imputación de desobediencia judicial, por lo que no se estaría ante una pena de cumplimiento condicional. “Con esta maniobra, el acusado logró que la jueza Casas se excusara en la causa, lo que sí es un problema en su normal desarrollo”, indicó.

Por su parte, la auxiliar fiscal Brenda Deroy desmintió que Morales no haya recibido atención médica. “Desde que se dictó la preventiva, pasó más tiempo en los centros asistenciales que en el penal de Benjamín Paz, sin contar que tiene un enfermero a su disposición las 24 horas”, explicó.

Las representantes del Ministerio Público también rechazaron la posibilidad de que se le otorgue el arresto domiciliario. “No debemos olvidar que en la causa hay pruebas

La resolución

El juez Eudoro Albo aceptó las argumentaciones de los acusadores y aclaró en más de una oportunidad que el juez L’Erario Babot había actuado correctamente. De esta manera, Morales seguirá detenido hasta fines de este mes. También negó a darle el beneficio del arresto domiciliario, pero sí ordenó que una vez que sea dado de alta del sanatorio donde está internado, fuera trasladado al penal de Villa Urquiza, ya que allí estará más cerca de los centros asistenciales.

Además instó al Ministerio Público a acelerar la investigación de la causa porque se trata de un caso de gravedad.

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