
Las secuelas de la protesta en el Congreso siguen en pie. La jueza Karina Andrade se defendió de las críticas del Gobierno y dijo que otra razón por la que evaluó darles la libertad a los detenidos es la situación de las alcaidías porteñas. “Jamás milité en La Cámpora”, remarcó.
Los cuestionamientos por haber liberado 114 presos durante la marcha de los jubilados ubicaron a la magistrada en el centro de la escena. Los libertarios acusaron a la magistrada porteña de ser kirchnerista. Ante eso, Andrade aseguró que nunca militó en La Cámpora.

También remarcó que su decisión de darles la libertad a los detenidos: el poco lugar que hay en las alcaidías porteñas. Según su postura, eso hubiera impedido alojar a las decenas de personas que habían quedado en manos de la Policía el miércoles, en el exterior del Congreso.
Los antecedentes de la jueza
“Jamás milité en La Cámpora. Tengo afiliación gremial en Sitraju (en referencia al Sindicato de Trabajadores Judiciales Ciudad de Buenos Aires), estoy en Mafucaba (por la Asociación de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial de la Ciudad), como todos los funcionarios del Poder Judicial, porque no hay incompatibilidad”, precisó.
“Los jueces y las juezas estamos sometidos a escrutinio público, por eso estoy dando mi voz. Pero lo que hice es lo que debía hacer como jueza, eso juré, cumplir la Constitución Nacional, los tratados de Derechos Humanos. Me formé en las aulas de la UBA con los mejores maestros y maestras, y la mayor responsabilidad de un juez es que la Constitución Nacional que reposa en su escritorio permanezca inalterable ante los vientos políticos, eso es importante para mí”, señaló.